Una lluvia de especulaciones generó la relación entre Edinson Cavani y Neymar en el Paris Saint-Germain durante las últimas semanas. Desde que se disputaran un penalti en la victoria 2-0 sobre el Lyon, en el Parque de los Príncipes no se habla de otra cosa.
Esta situación hizo que se dejara de lado una cuestión mucho más importante: ¿qué pasa con Julian Draxler? A sus 24 años, el alemán debería estar en el mejor momento de su carrera, y esto no es así. Ni mucho menos.
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Pase lo que pase con Cavani y Neymar, el uruguayo no va a ir al banquillo porque es fundamental en el esquema de Unai Emery, que lo devolvió al puesto en el que el futbolista mejor rinde tras vivir a la sombra de Zlatan Ibrahimovic: el de centrodelantero.
Y lógicamente, Neymar y Kylian Mbappé tampoco saldrán del once inicial: por ellos se pagaron 222 y 180 millones de euros, respectivamente. En ese sentido, el que está en problemas es Draxler. El internacional alemán llegó a la capital francesa el pasado mes de enero por una cifra cercana a los 40 millones de euros tras su paso por el Wolfsburgo.
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En el Wolfsburgo fue abucheado por sus propios hinchas después de que nunca pudiera adaptarse completamente en el sistema del equipo y, después de un comienzo prometedor en Francia, ahora sufre un problema similar.
Aunque Emery suele jugar con un esquema de 4-2-3-1, ha usado principalmente el 4-3-3 desde que llegó al PSG en el verano de 2016. Y con Neymar, Cavani y Mbappé siendo intocables (al menos por ahora), no hay espacio para Draxler.
Cuando el internacional por Alemania jugó esta temporada, estuvo lejos de hacerlo en sus lugares preferidos: los extremos. La ausencia de Marco Verratti por una sanción de tres partidos obligó a Emery a tener que utilizar su sistema preferido, un 4-2-3-1 en el que Draxler tuvo que ejercer el papel de '10' ante la baja por lesión de Javier Pastore.
Pero fue inútil: el teutón estaba luchando en una batalla perdida. En una posición en la que el jugador necesita ser capaz de generarse los espacios, el instinto de Neymar de irse hacia el centro desde el costado izquierdo condicionó la tarea de Draxler, que sigue sin marcar ni asistir en la Ligue1 tras 240 minutos de fútbol.
Por el contrario, Neymar, Mbappé y Cavani llevan 18 dianas entre los tres, sin incluir los autogoles que generaron contra el Lyon. Y, teniendo la oportunidad de rendir frente a la ausencia de Neymar contra el Montpellier el viernes pasado, Draxler fue casi una figura fantasmal en el empate sin goles de los parisinos. Esa fue la primera vez en 18 partidos de la Ligue 1 que se iban sin marcar.
Aunque la de Draxler no fue una actuación fatal, no le ayudará para nada en una temporada cada vez más problemática, en la que tendrá que luchar también con Pastore, Lucas Moura y Ángel Di María.
Goal
Hace sólo dos meses, en julio, parecía que iba a ser la temporada de despegue para Draxler. Había liderado a Alemania en la Copa Confederaciones, siendo el referente del juvenil equipo que acabó llevándose el trofeo. De hecho, fue nombrado el mejor jugador del campeonato.
Pero en su regreso a París, como ha sido una constante en la carrera de Draxler, las malas noticias estaban por llegar: el PSG preparaba una oferta para fichar a Neymar y otra para contratar a Mbappé. "Voy a dar todo de mí para estar en el once inicial y estoy convencido de que tengo con qué luchar por un sitio", avisaba.
La confianza que tiene en su habilidad es digna de elogio, pero ninguno de los integrantes del tridente de oro del PSG, que fue firmado por un coste combinado de más de 350 millones de euros, se quedará fuera del equipo. Sólo una lesión, una sanción o una escalada en la pelea entre Neymar y Cavani pueden salvar la carrera de Draxler en el PSG.
