En 2006, un joven jugador procedente de la cantera del Barcelona firmó un contrato con adidas. El acuerdo, que supuestamente valía alrededor de 500.000 dólares al año, parecía una inversión considerable para un joven de 19 años. Al fin y al cabo, el jugador aún no había jugado una temporada completa en el fútbol profesional.
Al final de la temporada anterior, había marcado seis goles y sumado tres asistencias. Sólo disputó 11 partidos en la máxima categoría. Ese acuerdo, para ese jugador, Lionel Messi, resultó ser una ganga para adidas.
Ahora, 18 años después, otro graduado de La Masia ha hecho lo mismo. Lamine Yamal, otro extremo derecho salido de la academia del Barcelona,
Y aunque supondrá una inmensa presión para el adolescente, es un convenio ideal para el club blaugrana. Desde que Messi se fue, el club catalán ha carecido de una estrella central comercializable: una presencia de clase mundial que no sólo pueda cambiar un partido sino también vender camisetas a raudales. Yamal, la nueva cara de adidas, puede ser ese jugador.