Por semana consecutiva -pese al pinchazo de La Cisterna- Colo Colo apeló a cada uno de sus argumentos futbolísticos de la etapa de la agonía para llegar al gol, lo consiguió y -por primera vez- dejó el descenso directo donde lo había sometido 24 horas antes La Serena para avanzar a paso firme en su batalla titánica por salvar la categoría, hito que logrará si suma victorias en al menos la mitad de los partidos que quedan en disputa de aquí hasta finales de enero.
Relato y resumen de Colo 1 Audax 0
"El grupo sabe y está consciente de lo que se está jugando. Habían ganado todos los de arriba y estábamos últimos. Es la realidad. Tenemos que poner los huevos sobre la mesa y hacernos hombres y sacar esto adelante nosotros y el cuerpo técnico", leyó Pablo Mouche en la transmisión oficial después de finiquitar con un pinchazo en el centro del área un jugadón de Javier Parraguez (que eludió a tres marcadores con fintas antes de ceder atrás) y detener el cero y la angustia para llevarse todo lo buscado desde el arranque, incluso cuando Audax Italiano era más y lo dominaba desde la posesión y la presión alta. Asistidor y goleador escribieron el guion de la victoria en el tercio decisivo, cuando Paredes ya descansaba con hielo y el ex Boca Juniors intentaba quebrar a los externos defensivos de Meneghini de uno y otro costado.
Si fue a Morales contra el CDA, a Mouche le tocó habilitar ante el Audax a Parragol, que fuera del área se demuestra dinámico, participativo y fresco. En ese sprint final Walter Lemma agregó a Mati Fernández, la otra gran noticia en la recta final. El 14 de los blancos entró a filtrar en largo luego de aportar a cuidar el cero en el cuarto posterior. El grito de Mouche, quien terminó exhausto -y erró tres clarísimas antes de festejar-, se multiplicó en sus compañeros al redondear otra sesión de arduo trabajo táctico y físico entre alegrías en el peor momento que recordasen los tiempos modernos del Cacique.
Ver más:


