180519 Universidad de Chile Colo Colo Pablo Mouche Ángelo HenríquezSebastián Órdenes/Colo Colo

Pablo Mouche fue el máximo asistidor del fútbol chileno en 2019

Pablo Mouche (1987) le dio un giro positivo a su carrera redondeando un gran año en Chile con la camiseta de Colo Colo. Además de clasificarse a la próxima Copa Libertadores, coronó su campaña como el máximo asistidor del campeonato local, que coronó a Universidad Católica con el 80% del fútbol disputado en plena crisis social.

El regreso a la competición de clubes más importante de América le asegura tres millones de dólares a las arcas del Cacique, que desde este sábado y con la claridad del final anticipado de la competencia oficial tendrá que fijarse en renovaciones y potenciales incorporaciones: el proyecto de Mario Salas, como fue habitual durante 2019, incluye a Mouche, que con 8 asistencias a gol en el torneo superó a sus perseguidores José Pedro Fuenzalida (de la UC) y Roberto Cereceda (O'Higgins), dos valores que sumaron 6 cada uno.

El dinero para los grandes y la burla para los chicos

El ambidiestro ex San Lorenzo y Boca Juniors no solo fue importante en esta faceta, que incluyó centros de un lado y otro, pues recorrió ambos extremos durante la campaña, sino que fue el quinto de la plantilla con más minutos, apenas por debajo de Brayan Cortés, Gabriel Suazo, Juan Manuel Insaurralde y Óscar Opazo. El Chaco es uno de los ocho que finaliza su vínculo con el término de temporada, junto con Melo, Rossi, Carmona, Valdés, Valdivia, Vilches y Paredes.

En su estadística personal, además, puede añadir otra asistencia en la Copa Chile y seis goles totales, siendo el más recordado el del Superclásico del primer semestre, que amargó el triunfo parcial del archirrival Universidad de Chile.

El 'clasiquero' ariete firmó su mejor jornada también contra la U, pero en la tarde en que el Tanque Paredes se hizo leyenda. Y es que no solo lo asistió en el gol 216 que lo metió en los libros de historia como el máximo goleador de la Primera División, sino que también la conversión de Suazo y el postrero grito de Barroso desde el córner, en una clase de remates de los que habitualmente se encargó.

Gol, despliegue, velocidad y cambio de ritmo. En un 2019 opaco del Cacique de Salas, que naufragó en su camino al título y no estuvo a la altura en la Copa Sudamericana, Mouche fue una luz de esperanza para el hincha y el cuerpo técnico cuando las faenas estaban tan trabadas como imposibles. Y evidentemente el último pase que, en varias oportunidades y más que ningún otro jugador del torneo, encontró dianas fundamentales.

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