Hasta dónde llegará España en el Mundial de Qatar, no se sabe. La bola de cristal se inventó para la literatura, para series y películas, pero no para la realidad que no se cansa de regalar sorpresas. En la concentración española, a través de declaraciones públicas, aseguran que el objetivo es jugar siete partidos. La goleada ante Costa Rica, por supuesto, alimentó la ilusión que bajó por la derrota frente a Japón. Por lo pronto, más allá de las respuestas que aparecerán en el futuro, Luis Enrique logró borrar desde hace tiempo la pregunta más clásica que se le puede hacer a un entrenador. Y eso no es poco…
Mundial Qatar 2022: calendario, cuándo termina, dónde es, cómo se juega y equipos participantes
Gustará más o menos. Será eficaz o no. El proyecto fracasará o triunfará, si es verdad eso de que los fracasos y triunfos se miden sólo por derrotas y victorias. Sin embargo, nadie, en un bar, en una plaza o en una rueda de prensa, puede preguntarse “¿a qué juega el equipo de Luis Enrique?” Nadie, absolutamente nadie, en una redacción, en un colegio o en un transporte público, puede preguntar “¿cómo jugará el equipo de Luis Enrique?”
No hay misterios, ni vacilaciones. Existe una filosofía de juego, una idea bien clara que se piensa, se entrena y se lleva a la práctica. Tres puntos que no se negocian: presión alta (por eso, los delanteros suelen ser los primeros sustituidos en los partidos), posesión de balón y un juego a uno, dos o (como mucho) tres toques.
No importa el torneo, tampoco el rival. Son tres puntos que forman la pirámide. A partir de esa forma, todo se adapta. ¿Puede jugar sin un 9 clásico? Sí, Asensio ocupó ese rol en distintas presentaciones. ¿Puede jugar sin un central clásico? Sí, Rodrigo se paró al lado de Laporte y de Pau Torres. Puede jugar un experimentado Koke o un juvenil Gavi, un Jordi Alba o un Balde. Etcétera. Los nombres cambiarán y la estrategia, que no especula, será siempre la misma…
Así empiezan los octavos de final
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