Un día, bajó los brazos. Fernando Gago decidió ponerle fin a una carrera donde batalló contra su físico, se levantó de cinco lesiones gravísimas y ni siquiera la pandemia parecía bajar, pero lo hizo. El martes se lo comunicó a sus compañeros y a primera hora del miércoles lo hizo de manera oficial a través de un emotivo comunicado en su cuenta de Instagram.
Como consuelo, podrá decir que luego de tanto dolor, se retiró en actividad, ya que volvió en todo su esplendor en un amistoso ante Lanús, el primero desde la rotura de ligamentos de enero, jugó por Copa Sudamericana ante Peñarol y este domingo ingresó para el segundo tiempo ante Gimnasia. Sin embargo, en estos últimos dos encuentros se lo vio muy lejos de su nivel y hasta desconcentrado, algo poco habitual en él.
"Después de 15 años de profesión , elijo este camino con total tranquilidad y satisfacción", inició su explicación Pintita, quien dejó claro que "ahora me encuentro sin problemas físicos, cumplí los objetivos que me propuse y por eso decido dar un paso al costado, sintiendo la felicidad de dejar el fútbol a mi manera, por decisión mía, en el momento indicado", para concluir con su frase más sincera: "El fútbol es mi pasión y lo seguirá siendo siempre".
El 17 de julio, luego de mostrar en varias ocasiones la recuperación en su casa junto a su esposa Gisela Dulko y su familia, Vélez había anunciado la renovación de su contrato, que se extendía hasta el 31 de diciembre del 2021. Y hace apenas 15 días había descartado la idea de retirarse, incluso con el deseo de poder volver a Boca antes de terminar su carrera.
"Es una decisión tomada", anunció Pablo Cavallero, manager del Fortín y primera voz oficial que habla sobre el asunto. "Perdimos a un jugador importante, pero estaría bueno que nos acompañe en el día a día aunque no compita, lo vamos a invitar a que nos acompañe hasta diciembre", completó el exarquero.
Se termina la carrera de un talento inmenso, desde su aparición en el Xeneize en el 2004, su paso por Real Madrid, Roma, la Selección argentina, el regreso a La Bombonera y la llegada a Vélez, con el derrotero de lesiones, por las cuales estuvo más de tres años sin jugar, sumando todos los procesos de rehabilitación. El fútbol lo despide, lo extrañará pero, por sobre todo, lo entenderá.