Athletico Paranaense y Bragantino trasladaron un duelazo del Brasileirao al Centenario de Montevideo, con la Copa Sudamericana como premio sobre la mesa. La sólida propuesta de los de Paraná le permitió hacerse fuerte en Uruguay como lo fue a lo largo de la campaña por todo el continente, y de paso conquistó su segunda coronación en este máximo nivel, alcanzando a Boca e Independiente merced, también, a su grito del 2018... aquella vez contra Junior por la vía de los penales.
¡LAS ESTADÍSTICAS!
En esta ocasión no sufrió demasiado el conjunto de Alberto Valentim, que dejó antes en el camino al América de Cali, Liga de Quito y Peñarol para quedarse con la otra mitad de la gloria: es que una verdadera pirueta de Nikao, que metió la chilena en espacio muy reducido, los llenó de confianza desde la media hora y, de paso, trabajar con el resultado en la mesa, tanto que los paulistas nunca patearon al arco en el complemento.
Mauricio Barbieri entendió las dificultades pero también la imposibilidad de encontrar entre sus variantes la solución esperada para destrabar la puerta de un Santos con escasas intervenciones. El Paranaense campeonó poniendo la experiencia sobre la mesa y demostró que para estas instancias está tan preparado como acostumbrado. Valentim rotó figuras pero no el esquema base y se impuso sin sobrarle nada aunque con la madurez suficiente para volver a trascender a nivel internacional.
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