221218 Robert Mazán Arturo Vidal Barcelona Celta de VigoAlex Caparros/Getty

Arturo Vidal se vistió de gala ante el Celta

El Fútbol Club Barcelona terminó el 2018 en lo más alto de LaLiga con una victoria trabajada contra Celta, en el octavo juego en línea sin penas. Su última caída corresponde al 4-3 que logró Betis en el Camp Nou el 11 de noviembre. Seis semanas después, Dembélé ya es indiscutible y Arturo Vidal es parte del once de gala, que solo extraña a Sergi Roberto.

El calendario de Barcelona en 2019

Ante la espera por la serie de octavos de Champions frente al Lyon, Ernesto Valverde determinó, en el último partido del año, que el chileno debía mantener su puesto en el mediocampo, detrás de Lionel Messi en la diestra, y a un costado de los inamovibles Sergio Busquets e Ivan Rakitic. Fiel a su estilo aguerrido y busquilla del arco contrario, en la media hora picó por su banda y, libre, encontró el espacio para habilitar a un Suárez que enganchó y remató un balón desviado y perdido por la izquierda. Fue el primer y único aviso ofensivo de un Rey que laburó como mediocampista de contención. 

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Valverde explicó los movimientos en la conferencia posterior: "A la hora de establecer el equilibrio defensivo en el juego, cuando Leo y Luis se quedan de delanteros, la situación de que Arturo salga al jugador de banda y que Rakitic se junte con Busquets nos viene mejor y, a la hora de jugar, Leo puede caer a la derecha y combinar con los interiores porque Arturo es más desordenado que Rakitic y siempre va hacia adelante".

El Celta tenía a un par de adelantados que obligaron al local a retroceder sus líneas, a arriesgar menos que costumbre y a pensar en que Lionel Messi iba a salvar la jornada. Mientras el astro terminaba con las dudas, con un 2-0 al filo del descanso que aportó tranquilidad, Txingurri planificó un segundo tiempo con Arthur en cancha. Tras el primer semestre de LaLiga, disputó 650 minutos el formado por Colo Colo y 581 el ex Gremio.

Melo relevó a Vidal en el minuto 63 y el Barça se replegó aún más. El saldo del chileno contra los vigueses, desde lo numérico, fue positivo y se acercó a sus habituales jornadas: acertó 29 de 35 pases intentados, generó la ocasión consignada que erró Suárez y cometió dos faltas para cortar el avance de la plantilla de Miguel Cardoso. El brasileño intensificó esa precisión (entregó bien 13 de 14) y le subió la dificultad a la lucha por el puesto. A la que las fiestas le ponen una pausa.

Tras la acción, el entrenador culé tuvo palabras para elogiar al bicampeón de América: "He querido darle continuidad a lo que hacíamos últimamente fuera de casa. Ha participado bien, es indicativo del partido de hoy pero la temporada es larga. Nos da mucha energía y nos aportará muchas cosas".

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