La historia de Cruz Azul no solo se ha escrito con goles y títulos, sino también con una peculiar relación con los estadios en los que ha jugado como local. Desde su llegada a la Ciudad de México, el equipo celeste ha sido huésped en múltiples inmuebles, una situación que refleja tanto el crecimiento del club como las dificultades para consolidar un hogar propio. Este 2025 no es la excepción: Cruz Azul ha comenzado una nueva etapa en el Estadio Olímpico Universitario, un recinto emblemático por su arquitectura y declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad. Sin embargo, este cambio responde más a necesidades inmediatas que a una solución definitiva, dejando en evidencia la constante búsqueda de un estadio propio.
La decisión de mudarse al Olímpico Universitario se dio tras romper el contrato con el Estadio Ciudad de los Deportes, un lugar que compartían con América y Atlante, situación que generaba problemas logísticos y tensiones con la Alcaldía Benito Juárez. A pesar de los intentos por hacer del recinto una casa estable, las complicaciones terminaron por empujar a La Máquina a buscar nuevas alternativas. Este cambio reaviva las reflexiones sobre los retos históricos del club para construir un estadio propio, un sueño que, aunque ha avanzado bajo la presidencia de Víctor Velázquez, sigue enfrentándose a obstáculos que han retrasado su concreción.
A lo largo de los años, Cruz Azul ha jugado en icónicos estadios como el Azteca y el Estadio Azul, cada uno cargado de recuerdos y emociones para la afición. Sin embargo, la remodelación del Azteca para el Mundial 2026 y la falta de un proyecto definido para un estadio propio han dejado al club en una constante transición. Esta situación no solo afecta a los jugadores y la directiva, sino también a una afición que anhela un lugar donde pueda vibrar con su equipo sin sentirse visitante en su propia ciudad. En GOAL repasamos los inmuebles que han albergado los partidos de La Máquina a través de los años.