Reacción tardía y alto precio con la derrota, no por los méritos del América durante el partido, sino por lo que representa para el grupo que Tolima haya vuelto a ganar para ampliar su ventaja en puntos y goles. El Diablo falló en un partido trascendental y volvió a retroceder. Aflojó.
De entrada, el partido se desnaturalizó para el equipo de Juan Carlos Osorio por la absurda expulsión de Malagón, perfectamente castigada por el juez central tras una falta criminal. Lo que sea que fuera a proponer América en el Murillo Toro cambió desde el minuto 2 y así lo reflejó el técnico en su expresión de decepción. El plan se vino abajo sin haberse ejecutado.
Pero lo cierto también es que cuando Osorio intentó recomponer, fue demasiado tarde. Lucumí, Quiñónes y Ramos entraron en el segundo tiempo, cuando la importancia del juego pedía verlos desde el vamos para fortalecer al equipo y plantarse de frente ante el campeón, sin complejos, ni temores. Con sus recaudos, por supuesto, pero jugar de manera más valiente.
América sacó barato el primer tiempo, pues además del gol del Tolima, Rojas y el VAR omitieron un penal catedralicio sobre Caicedo y luego el mismo Juan Fernando estrelló un balón en el palo. Tolima pudo liquidar mucho antes, aprovechando que la visita volvió a rotar su nómina cuando apenas una semana y media atrás Pompilio Páez había asegurado que en las semifinales siempre estaría el equipo más fuerte posible.
‘La Mecha’ dio ventajas, antes y durante el juego, que no se pueden permitir en estas instancias porque termina, casi siempre, con el resultado que al final se dio: Tolima puntero con 6 puntos y +5 en gol diferencia, a tres puntos tanto del América, como de Millonarios o Alianza Petrolera si es que hay ganador esta noche en El Campín. América aflojó y ahora tendrá que recuperarse en el doblete ante Alianza Petrolera esperando que el vinotinto y oro tropiece ante ‘El Embajador’.
