Por segunda vez consecutiva Mauricio Soria no podrá dirigir a la selección boliviana desde el banquillo correspondiente al cuerpo técnico, en su lugar estará Alberto Illanes quien ya alista una estrategia para que los jugadores reciban las órdenes del “Loco”.
Soria cumple se segundo partido de suspensión que le impuso la FIFA por mala conducta al hacer gestos obscenos en el lance contra Chile de septiembre pasado.
En el juego contra Brasil, Soria tuvo que dirigir al equipo boliviano desde las tribunas, se lo vio un poco incómodo, pero al final se las ingenió para dar las instrucciones.
Ahora, para el partido contra Uruguay, usaría la misma táctica, se pondría en las graderías del estadio Centenario mientras Marco Paz corre de un lugar a otro comunicando las instrucciones del seleccionador boliviano.
