Los espectadores del Chile - Burkina Faso lamentaron la cantidad de ocasiones perdidas por la Selección bicampeona de América. En gran porcentaje, estas llegadas fueron obra de Ángelo Sagal, uno que entró a la nómina final justo después de meter el 3-0 a los africanos.
El año había partido de forma excelente para el delantero. Tras la lesión de Esteban Paredes, le tocó viajar a la China Cup y, en la final, conectó un centro de Óscar Opazo para darle un nuevo trofeo a Chile.
En su regreso al país, debió continuar en Huachipato luego de que las ofertas de Colo Colo y Universidad de Chile no llegaran a buen puerto. Eso sí, la situación podría cambiar en el futuro cercano: los laicos sueñan con su fichaje y a él le seduce la idea futbolística de Guillermo Hoyos. De todas maneras, un buen rendimiento en Rusia lo puede llevar al extranjero, el sueño de muchos. En Macul y La Cisterna estarán pendientes.
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Ángelo Sagal, 24, nació en Talca y mostró sus primeras armas en el Rangers de Dalcio Giovagnoli, luego de que el Cacique desestimara su contratación cuando aún era un juvenil. Luego pasó a la Usina de Jorge Pellicer, donde comenzó a subir algunos metros en la cancha. De lateral izquierdo a delantero por esa franja.
Poco a poco se fue asentando y, con el pasar de los años, se convirtió en un hombre fijo para los siderúrgicos. Con Miguel Ponce a la cabeza, su figura fue vital para configurar el ataque. Jugó como centrodelantero, como extremo y también con la libertad de un volante adelantado que sabe claramente cual es su misión en el partido. En su momento encantó a Marcelo Gallardo; años atrás Jorge Sampaoli lo requirió por primera vez para la Selección (y lo hizo debutar ante Estados Unidos).
En el último torneo metió tres goles, lo intentó bastante frente al arco rival y demostró fuerza, velocidad y visión de juego. Recorre la banda, colabora en defensa y la entrega con criterio.
A la Confederaciones no irán Felipe Mora ni Nicolás Castillo. Eduardo Vargas, en tanto, arrastra un semestre de altibajos y donde no jugó lo suficiente en el centro del área: André-Pierre Gignac es el 9 de Tigres. Según Juan Antonio Pizzi, Sagal es una alternativa. Post Burkina Faso, le mandó un mensaje contundente: "me gustaría que fuésemos más certeros en las situaciones de ataque", pero también lo respaldó: "me pone contento que haya marcado hoy. Para un centrodelantero es clave para la confianza. Todas las experiencias que tenga hará que sume". Para el DT es 9. Y no llevó a otro más.
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Está ad portas de su primer gran examen. Junto a Vargas, José Pedro Fuenzalida, Alexis Sánchez, Edson Puch, Leonardo Valencia y Martín Rodríguez, Ángelo Sagal intentará ganarse su espacio en una Selección ganadora, una que para Claudio Bravo suele "demostrar que sí puede".
Según el capitán, el recambio es un tema preocupante. Sagal tiene en sus manos -más bien en sus piernas y en su cabeza- la opción de que se empiece a hablar de ese tan soñado recambio convincente.
