Está entrando en su etapa final el juicio contra Sebastián Villa tras la denuncia de su compatriota Daniela Cortés, que lo acusa delesiones agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género y amenazas coactivas.
En esta ocasión el fiscal Sergio Anauti dio su alegato y cerró pidiendo dos años y tres meses de prisión de ejecución condicional. El colombiano llegó a las 10 A.M con su abogado y su madre al Juzgado Correccional N°3 de Lomas de Zamora, por lo que se perdió el entrenamiento de Boca. No obstante, como ya ha pasado en otras audiencias, Jorge Almirón le da libertades para que se ocupe del caso y después vuelva con el plantel.
“Es imprescindible que se valore en esta causa que hubo violencia en todas sus formas hacía la mujer”, dijo Anauti. Además de expresar que el delantero generó violencia con golpes de puño producto del alcohol y celos.
En la última sesión, Villa había dicho: "Nunca cometí ninguno de los delitos por los que se me acusan”, pero eso está por verse en las próximas semanas.
La historia de Villa con las denuncias por violencia de género
No es la única denuncia que el colombiano tiene en su contra. A mediados de mayo del 2022, una mujer cuyo nombre no trascendió, lo denunció por "abuso sexual e intento de homicidio" por unos hechos ocurridos en junio de 2021.
A pesar de la existencia de ambos expedientes y de que Boca tenía (y tiene) un protocolo vigente para este tipo de situaciones, el delantero siguió siendo titular inamovible en el equipo de Sebastián Battaglia y no recibió ningún tipo de sanción interna por parte del club, que decidió mantener una postura absolutamente pasiva ante la situación.
Incluso Juan Román Riquelme se vio obligado a explicar, luego de la ola de críticas que recibió por decir que la actitud del atacante "como profesional, es para sacarse el sombrero" y que las denuncias "son otro tema", en la Ribera decidieron mirar de costado el tema hasta tanto haya una resolución judicial: "Todos odiamos el tema, lo repudiamos, nos da bronca. Hay gente de legales del club que se ocupa. Esperemos a ver lo que diga la Justicia, todos pensamos igual. Cuando dictamine, el club tomará las medidas que tenga que tomar, como corresponde".
Con esta determinación, el Xeneize decidió tácitamente convalidar en silencio, al dejar todo en manos de los tiempos de una Justicia que muy lejos están de ser los de las víctimas y los de la sociedad.
Sin embargo, la postura pasiva de Boca encontró una resistencia interna: la flamante gerenta del Departamento de Equidad y Género de la AFA, Paula Ojeda, salió a pedir públicamente que el atacante sea apartado del plantel. "El club tiene que separar a Villa. Los clubes no son las justicia pero si existe una imputación es importante que la dirigencia separe al jugador para visibilizar el acompañamiento a la victima y dar el ejemplo", aseguró.
En diálogo con el diario Clarín, la dirigenta explicó: "Si hay una imputación de violencia de género la institución tiene que separarlo y no dejarlo estar en la cancha hasta que se resuelva la situación judicial. Niñas, niños y adolescentes no pueden estar gritando los goles de personas denunciadas. Los directivos del club no están dando un buen ejemplo".
De todos modos, Ojeda aclaró que desde la casa madre del fútbol argentino no pueden realizar ningún pedido formal para que exista un castigo interno al jugador: "Los clubes tienen autonomía en sus decisiones, pero deberían pensarlas mejor".