Volar alto, caer, perder la fe y levantarse más fuerte ... esta parece ser la historia que quiere escribir Radamel Falcao con el Monaco, cuando ya pasaron casi tres años desde que el Tigre era aclamado por todo el planeta fútbol y era encumbrado a la altura de gigantes como CR7 y Messi .
La caída de uno de los mejores delanteros de la historia reciente, no solo fue física, su espíritu se vio quebrantado, no solo por la larga y dolorosa recuperación que por poco le cuesta su carrera, sino por ver diezmada una fe, que en sus mejores días parecía sagrada y devota hasta el final, gran parte de la hinchada dejó de creer en Falcao.
GettyAhora vuelve a estar nominado al máximo galardón que se entrega a nivel individual en el mundo del fútbol, gloria que ya experimentó hace años cuando era goleador del Atlético de Madrid.
El merito del Tigre para aspirar al Balón de Oro se explica solo, a sus 31 años es el máximo goleador de la temporada en las grandes ligas europeas, regresó al nivel de matador en el que solo sueñan estar los más grandes y además está a punto de llevar a su selección a su segunda Copa del Mundo, uno de sus mayores sueños como profesional.