La receta del éxito de Pep Guardiola cuando fichó por el Manchester City tenía tres grandes objetivos. Consolidarse como club ganador en Inglaterra, lograr competir claramente por levantar la primera Champions del equipo citizen y, también, gestionar el talento que brilla en la cantera del club. Las dos primeras metas se han consumado o llevan camino de hacerlo, pero poder situar en la primera plantilla a futbolistas que el club fabrica, aun es la cuenta pendiente de este proceso. Y ahí, todos miran a Phil Foden.
El talentoso mediocentro ofensivo lleva desde los 8 años en la Academia del Manchester City, y hace ya tres años fue Balón de Oro del Mundial Sub 17 liderando la gran camada del futuro inglés, por lo que cuando llegó Guardiola, todos los focos estaban puestos en la evolución que podría tener la ‘perlita’ nacional.
Rápidamente, el técnico español lo elogió, asegurando que ya con 17 años era un “regalo” para el club, pero que era “peligroso exagerar con chicos tan prematuros”, aunque empezó a aparecer de vez en cuando en partidos de primer nivel, siendo el inglés más joven en debutar en Champions o el más joven en ganar el título de la Premier. Todo, aportes que hacían presagiar un impulso rápido a su proyección.
Sin embargo, Foden lleva ya tres temporadas como parte de la primera plantilla del City, pero su salto definitivo como parte importante del equipo, aun no es una realidad. El pasado curso disputó algo más de 700 minutos repartidos en 21 partidos en todas las competiciones y, actualmente, suma unos 600 minutos en 21 partidos a falta de que se encare la recta final de la temporada. Datos y aportes prácticamente similares pero dentro de un perfil mucho más terciario y sin la estrella que otros jóvenes de su generación sí están logrando hacer brillar.
La comparativa con otros grandes proyectos como Ferrán Torres, Isak, Havertz, Haaland o su amigo Sancho han abierto dudas e interrogantes sobre la elección de Foden de mantenerse en una plantilla tan compleja de ganar presencia en vez de lanzarse a una aventura exterior que pudiera darle un verdadero impulso a su prometedora carrera.
Talento, clarividencia y un sin fin de detalles creativos en una zurda exquisita que, por ahora, el Manchester City no está sabiendo explotar, pero con todo el tiempo del mundo por delante para demostrar que, a veces, muchos pasos cortos son más prolíficos que un salto gigantesco sin posibilidad de retorno. Tiene al mejor mentor posible, Guardiola, pero este verano, los focos del futuro fútbol inglés estarán muy atentos a su próxima decisión.