OPINIÓN Y ANÁLISIS
La gestión de Zinedine Zidane en el banquillo es uno de los grandes motivos del Real Madrid para la consecución de LaLiga. En una temporada larga y exigente, que arrancaba antes de tiempo con la Supercopa de Europa en verano y que no daba tregua en diciembre por el Mundial de Clubes, el técnico galo ha ido dosificando los minutos de los jugadores, ofreciendo oportunidades a un banquillo equilibrado y con mucha hambre de juego que ha terminado ofreciendo un rendimiento sobresaliente.
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Tal ha sido la confianza del entrenador galo en sus pupilos, que ha contado con 24 de ellos para la Liga, desde los 2.544 minutos disputados por Cristiano Ronaldo a los 2 minutos que dispuso el bravo canterano Álvaro Tejero. Datos significativos, y es que en el conjunto blanco era habitual hasta ahora que terminaran LaLiga, no solo el luso, rondando los 3.000 minutos de campeonato. Este tiempo se ha repartido esta campaña equitativamente sobre todo el plantel, consiguiendo que hasta 20 jugadores hayan superado los 1.000 minutos de juego. Haciendo de este Madrid el más plural y participativo de toda la década.
Todas estas oportunidades del míster han sido correspondidas con grandes actuaciones y goles muy corales, hasta 19 firmas distintas llevaron los tantos del Real Madrid en esta Liga, el que más de las cinco grandes Ligas junto al Celta, otro de los clubes inmersos en un calendario complejo y largo.
GoalEste ha sido el gran secreto del Real Madrid de Zidane: el técnico ha repartido el tiempo en sus pupilos. Una confianza que se ha transformado en descanso para unos y oportunidades para otros, logrando implicar a un equipo competitivo en el que todos han sumado y que llegan al ocaso de la temporada con la gasolina suficiente para afrontar una final de Champions.