Hwang Hee-Chan. Héctor Moreno probablemente se aprenda su nombre o al menos el apellido o así será al menos en un futuro cercano cuando se vuelvan a encontrar el domingo 23 de junio con la fase de grupos de la Copa del Mundo Rusia 2018 como escenario.
Hee-Chan es el coreano del Red Bull Salzburgo que enloqueció al central mexicano en el partido de ida de los treintaidosavos de final de la UEFA Europa League contra la Real Sociedad. Pocas veces en su carrera se recuerda y ha visto que un jugador desquicie a tal grado al seleccionado del Tricolor, quien, al verse superado por su desequilibrio, tuvo que recurrir a los empujones y a lo físico para tratar de imponerse a su adversario.
La tensión escaló hasta un encontronazo en el que ambos acabaron por ser amonestados por el árbitro. La intención de los donostiarras era la de enganchar e incluso echarlo si no hubiese sido porque Marco Rose se percató y lo sacó para el segundo tiempo.
Seguramente Juan Carlos Osorio y sus auxiliares técnicos no perdieron detalles de lo acontecido en la eliminatoria; más aún cuando el colombiano es un obsesivo de la táctica y el estudio minucioso de los oponentes con los que compartirá en el sector F del Mundial.
El delantero se apunta para ser ni más ni menos que el acompañante titular de Son Heung-Min, una de las estrellas del Tottenham Hotspur, en punta dentro del esquema 4-4-2 del entrenador Shin Tae-Yong. O, de lo contrario, como extremo por la derecha, su perfil natural, o a través de la izquierda.
Desde septiembre hasta noviembre, Hwang, autor de 16 goles la temporada pasada y nueve en la actual, sufrió una distensión en el tendón de la corva que lo privó de la actividad no solo con su club, sino con la Selección. Por eso no formó parte de los amistosos versus Colombia y Serbia, compromisos que sí cayeron en Fecha FIFA y en los que contaron con plantel completo —léase sus 'europeos'—.
Eso sí, en su país todavía le reclaman que no sepa plasmar su performance en equipos con el representativo nacional. Todavía tiene esa deuda y algunos consideran que le pesa la playera de los Diablos Rojos.
Sin embargo, su presente y físico que rompe con el estereotipo asiático (casi 1,80 metros y 79 kilos) le inyectan esperanzas a los suyos. Eso le ha valido comparaciones en cuanto a su estilo y forma con Luis Suárez, el ariete uruguayo del Barcelona.
Así pues, Moreno y el Tri necesitarán tomar previsiones porque la artillería coreana ya no presenta únicamente velocidad y habilidad; también musculatura y poderío, algo de lo que carecían en 1998, en la lejana Copa de Francia. Los tiempos cambian.