Como el padre que juega con sus hijos en el jardín de su casa; así ha tratado Diego Costa esta noche a Sergio Ramos y Raphael Varane. El delantero del Atlético de Madrid ha llevado a cabo una exhibición espectacular para facilitar la victoria de los rojiblancos en la Supercopa de Europa ante el Real Madrid (2-4).
¿Cómo está el historial entre el Real Madrid y el Atlético Madrid?
49 segundos. Solo 49 segundos ha tardado Diego Costa en soltar su veneno por primera vez en la noche de Tallin. Una 'piedra' hacia su posición, un toque de cabeza para burlar a Sergio Ramos, otro toque de cabeza para hacer notar que Varane llegaba ya tarde y un latigazo con la derecha para batir por su palo a Keylor Navas. Primer minuto de juego y primer toque de atención para los madridistas.
Lejos del gol, Diego Costa ha sido un incordio constante para toda la zaga del Real Madrid. Y se los ha comido. A todos. Cierto es que ninguno de los cuatro de la línea de atrás ha tenido su noche más acertada, y si encima esa misma noche en la que no te sale nada tienes delante al hispanobrasileño; échate a temblar.
Getty ImagesCuando el Real Madrid consiguió voltear la situación, Diego Costa volvió a aparecer para mandar la Supercopa a la prórroga. Y precisamente ahí, donde los fantasmas rojiblancos empezaban a aparecer, fue donde el Atlético consiguió dar el puñetazo encima de la mesa, dos concretamente, uno de Saúl -con un golazo más para enmarcar- y otro de Koke. En ambas jugadas participó también Diego Costa, para que no pensara nadie que había puesto el punto y final a su actuación.
El '19' rojiblanco tuvo una difícil temporada 2017/18, sin poder jugar hasta enero, después de no hacer una pretemporada en condiciones tras su encontronazo con Antonio Conte en el Chelsea y llegando a un equipo que ya estaba planificado para su ausencia -al menos en ese primer tramo de la campaña en que estaría ausente-.
La consecuencia fue prácticamente telegrafiada: Diego Costa no mostró su mejor versión, aquella con la que llevó a la gloria al Atlético antes de marchar a Inglaterra, y completó unos meses discretos. Pero con el trabajo adecuado y las condiciones debidas, su partido en la Supercopa ante el Real Madrid no hace más que dejar claro -una vez más-, que el hispanobrasileño es el jugador ideal para este equipo. Sin más.