Ignacio Fernández se transformó en una pieza fundamental en el armado del River que conduce Marcelo Gallardo. Sin dudas, su renovación de contrato había sido una de las mejores noticias de este 2020 para los hinchas del Millonario. Sin embargo, luego del parate de la pandemia, la reanudación de la actividad y la eliminación en semifinales de la Copa Libertadores, estaba claro que sería el jugador más difícil de retener.
"Tengo casi 30 años, arranqué tarde en el fútbol y todavía no hice la diferencia económica", expresó en su momento el jugador, que no posee pasaporte comunitario y, por su edad y esta cuestión, tenía claro que las puertas de Europa estaban prácticamente cerradas.
A partir de ese momento y bajo la presión del entrenador, los dirigentes comenzaron el plan para renovar su contrato que finalmente llegó: lo extendió hasta junio del 2023 y recibió una considerable suba en su salario, ocupando uno de los puestos de mejores pagos del plantel. Pero, a pesar de que tenga una cláusula de 10 millones de dólares, la cual bajaría a 7 millones a partir del 30 de junio del 2021, los fantasmas de una posible salida nunca desaparecieron. Para poder sentarse a negociar con cualquier interesado, la oferta tendría que alcanzar esa cifra o aún más.
A mediados de octubre, el volante y el Muñeco acordaron que se quedaría, por lo menos, a terminar de disputar la Copa Libertadores 2020. Y así fue, pese a los sondeos primero de Atlético Mineiro por pedido de Jorge Sampaoli y luego del Chacho Coudet, que ya se lo había querido llevar al Internacional de Brasil y cuando dejó el equipo de Porto Alegre para tomar las riendas del Celta de Vigo, lo puso como prioridad, pero finalmente quedó solo en ese interés.
Terminada la competencia, estaba prácticamente escrito que su último partido fue la revancha ante Palmeiras. Y será así, porque nuevamente el Galo apareció en el horizonte. Y si bien la oferta no llegaba a la cifra fijada en la cláusula, los 6 millones de dólares libres (el monto en bruto será de 8 millones) alcanzaron para bajar el martillo. Vale aclarar que el Millonario posee el 70% de la ficha, mientras que el 25% le corresponderá a Gimnasia y el 5% restante es propiedad del futbolista.
