Más allá de no alcanzar el superlativo nivel de la segunda mitad del 2021, más allá del hat trick ante Patronato, está claro que Julián Álvarez es el "ancho de espadas" de River siempre que esté en la cancha. Por eso, Boca sabía que contenerlo era su principal preocupación, sobre todo para evitar lo ocurrido hace algunos meses en el mismo estadio.
La Araña sabía que el del domingo 20 de marzo podía ser su último Superclásico, ya que Pep Guardiola manifestó sus ganas de contar con él a partir de mitad de año, luego de la millonaria venta a Manchester City concretada en enero.
A pesar de sus esfuerzos, no pudo torcer el rumbo del encuentro que finalizaría 1-0 para Boca. Tuvo dos oportunidades muy claras que se encontraron con un gran Agustín Rossi.
La paradoja de su breve historial frente al Xeneize es su primera participación: con apenas 18 años y un puñado de minutos en Primera, Marcelo Gallardo decidió que reemplace a Exequiel Palacios en el minuto 7 del primer tiempo suplementario en la finalísima de Madrid, cuando aquel inolvidable encuentro aún estaba igualado 1-1. El desenlace es conocido por todo el mundo.
Más llamativo aún es que pasaron 11 meses hasta que volvió a jugar contra Boca, aunque solo ingresó a falta de cuatro minutos en la ida de las semifinales de la Copa Libertadores 2019, que también tuvo triunfo del Millonario por 2-0.
Ya en el 2021, en el que se pudo consolidar como titular, estuvo en los cuatro partidos restantes de su estadística personal: fue suplente y entró a los 68 minutos en el empate 1-1 en el duelo interzonal de la fecha 5 de la Copa de la Liga Profesional 2021; fue titular y convirtió el gol del empate en el 1-1 y posterior caída por penales en los cuartos de final de ese certamen, en el choque que River afrontó con varios suplentes por un brote de Covid-19; también fue titular en el 0-0 por octavos de final de la Copa Argentina, que Boca se impuso nuevamente por penales. Y por último, tuvo su tarde soñada en la Liga Profesional 2021, cuando convirtió los dos goles en el triunfo 2-1 en Núñez.
De esta forma, su historial se compone de siete partidos (cuatro desde el inicio y tres ingresando desde el banco), en los que River consiguió tres triunfos (uno en tiempo suplementario), tres empates (en dos cayó por penales) y una derrota.