Enterrado quedó ese agosto de esplendor para Colo Colo. Ese mes que terminó con el triunfo Superclásico y la clasificación ante Corinthians en Brasil. Esa gesta, pese a que terminó con marcador en contra, fue la última alegría de un equipo que frente a la Universidad Católica encadenó su quinta caída en línea, situación inédita para un club de sus pergaminos: no adolecía una racha así de negativa desde el 2011. No por nada salió tan malherido de la precordillera.
Carlos Succo/Colo ColoTras el 1-2 ante el Timao, lo superó Everton con un inspirado Patricio Rubio, Palmeiras pisó fuerte en Macul, Antofagasta le remontó un 3-1 y los cruzados terminaron por angustiarlo en su derrotero. Un septiembre negro por donde se le mire: perdió su virtud de dominar a sus rivales, Héctor Tapia se conformó con marcadores a favor que le terminaron remontando -ante el CDA no salió a proponer en el complemento y le hicieron tres-, dependió de la iluminación semanal de Jorge Valdivia, dejó de generar riesgo con constancia, olvidó su solidez defensiva, Damián Pérez bajó considerablemente su nivel, lo confundieron los cambios de esquema y los dos del ataque, Lucas Barrios y Esteban Paredes, se alejaron de su mejor versión.
Ese Cacique del 2011 se inclinó en sus primeros cinco partidos del año en cuestión. Entre el 30 de enero y el 20 de febrero, justo después de ceder en el festejo de 2010 ante la UC. El primero, eso sí, fue por secretaría: 2-2 ante Cobresal, pero Diego Cagna incluyó a Joan Muñoz en el banco (era refuerzo) y no estaba inscrito. El Tribunal de Disciplina de la ANFP los sentenció: 0-3 a favor de los mineros. En esa brega marcó Paredes (el otro fue un autogol de Rodrigo Jara), el único sobreviviente del plantel entre los 18 citados de esa tarde. En la segunda jornada, los venció Santiago Wanderers en Valparaíso por 2 a 1. El descuento lo metió Daud Gazale, sobre el término salió expulsado Rodrigo Millar.
En la tercera, Universidad de Concepción se impuso en el Monumental con una contundente goleada 5-1 (Renato Ramos -3- y José Luis Jiménez -2-), impensada tras el gol inicial de Paredes. Tras esa vergüenza, renunció Cagna y Luis Pérez no pudo evitar el 2-5 en contra, cinco días después, ante Cerro Porteño en Asunción. Los cinco se los hicieron a Juan Castillo, tal y como ante el Campanil. Cristobal Jorquera y Paredes metieron los descuentos.
Unión San Felipe, con un 2-0 en el Valle de Aconcagua, confirmó la quinta caída blanca. Un detalle: luego ganó cinco (Palestino, Táchira, Unión Española, Unión La Calera y Santos). ¿Empieza la remontada en Brasil?
Homero Ramírez
