La derrota ante Racing, que además de costarle el invicto, le ha significado a Boca perder a uno de sus baluartes en el ataque, dejó entrever lo necesario que se ha vuelto Cardona para las funciones ofensivas del equipo Xeneize.
El mediocampo de Boca adoleció de los dotes a la hora de retener y entregar la pelota que son reconocidos en el 10 colombiano, quien a pesar de las críticas por sus polémicas actuaciones en situaciones ajenas al juego en sí, ha demostrado tener la madera que hace falta para comandar el ataque del club.
Con Espinoza intentando suplir a Cardona y Pablo Pérez con la responsabilidad de generar ideas, Boca denotó un vacío en la zona del campo donde el cafetero se hace importante desde el mismo momento en que toma el balón y proyecta el ataque, bien sea con un pase al fondo o con una pared que rompe a cualquier defensa rival.
Una mención aparte merece el desempeño de los dos compatriotas de Edwin, Fabra y Barrios, quienes acusaron el desgaste de una gira asiática con su selección, en la que no sumaron demasiados minutos, pero si bastantes millas de vuelo, algo que les produjo un cansancio que quedó manifiesto en el terreno de juego.
