En la que ha sido la presentación más floja del semestre hasta ahora, América de Cali sucumbió en Bogotá ante Independiente Santa Fe cayendo 0-2 y perdiendo posiciones en la tabla que ahora comanda Águilas Doradas. La misión era recuperar el liderato, pero el trabajo se quedó corto.
El Cardenal le hizo ver el Diablo al Escarlata desde muy temprano en el partido, producto de dos factores trascendentales: un Santa Fe revitalizado por la clasificación en la Sudamericana y un equipo comprometido con la causa, liderado por un Harold Rivera que supo plantear el juego con ambición, toque y ataque para sorprender a la visita. Y el otro factor, un América que no logró sincronizar sus piezas, viéndose errático y superado anímica y futbolísticamente en buena parte del partido.
La rección, tardía y producto de los espacios que dejó Santa Fe atrás en procura de aumentar la cuenta a su favor, se vio después del minuto 60, cuando ingresaron Ramos y Sarmiento para intentar darle más potencial al ataque. Pero Sarmiento apenas tuvo un remate en el palo y a Ramos se le vio por fuera del circuito. De poco le sirvió al vallecaucano tener más posesión, pues su rival fue el de las intenciones claras, los remates a puerta y los goles.
¿El parón obligado en el campeonato afectó al América? Pudo ser. Venía en un buen ritmo de juego y victorias, pero la pausa por no haber jugado ante Junior en la fecha previamente establecida parece haber hecho mella en el funcionamiento. Tendrá tres juegos de "local" -si se quiere contar el clásico ante Cali en Palmaseca- para demostrar que este traspié en El Campín fue solo eso y que está en capacidad de retomar la senda de la victoria y el liderato.