Toda la fiesta roja que colmó al Pascual Guerrero, con banderas, cánticos, pólvora y la ilusión de la victoria, por poco queda desarmada por la eficacia de Equidad, que hasta el minuto 93 le bastaba un gol entre las pocas opciones creadas para casi llevarse un botín que le iba a representar meterse a los ocho.
Las falencias propias del América, partiendo de la incapacidad para descifrar y romper un férreo esquema defensivo y las oportunidades creadas que Quintana no logró concretar -haciendo aún más notoria la ausencia de Ramos- fueron las bases del mal resultado para los locales que ya no saben lo que es ganar desde hace cuatro fechas.
Y es que Equidad fue inteligente y al igual que tantos otros rivales que se han planteado de manera similar ante el equipo de Osorio, le alcanzó con pararse bien atrás, esperar su momento y con las famosas transiciones rápidas al ataque llevar algo de preocupación al arco. En una de esas, cobró y le iba siendo suficiente para amargar la fiesta, hasta el milagroso gol de Sánchez en el último minuto.
Una vez más, pese a que por merecimientos estaba todo para el empate, el monólogo americano en cuanto a posesión, control en campo rival y búsqueda del gol quedó sabiendo a muy poco, más aún con el marco de la celebración y la aspiración de escalar posiciones en la tabla.
Falta de contundencia y facilidades defensivas, dos viejos errores en los planteamientos del ‘Míster’ que le siguen costando resultados y puntos; dos problemas que además tendrá que corregir con prontitud, porque el calendario de Liga y el proximidad con la Copa Sudamericana, reducen el margen de error.
