“Fue el partido más difícil”, reconoció Gerard Piqué tras lo que, a simple vista, parecía una victoria rutinaria del FC Barcelona por 3-0 ante Las Palmas. Pero lo que realmente marcó aquel encuentro no fue el resultado, sino el día en que se disputó.
La tarde del 1 de octubre de 2017, el exdefensa de clase mundial tenía mucho más en la cabeza que el fútbol. Ese domingo, Piqué pensaba en algo más grande: el referéndum que buscaba la independencia de Cataluña, en el cual había votado apenas unas horas antes.
“Fue un día difícil. Soy y me siento catalán, hoy más que nunca. Estoy orgulloso del comportamiento de la gente en Cataluña. Votar es un derecho que debemos defender”, declaró entre lágrimas.
El partido se jugó a puerta cerrada por precaución. El imponente Camp Nou lucía desierto, mientras fuera del estadio se vivían escenas de tensión y violencia por la intervención de la policía española durante la jornada del referéndum.








