¡Paciencia! Neymar se queda "atrapado" entre la expectativa y la realidad en su regreso a Santos

Es decir, cuando se trata de Neymar, la expectativa siempre es muy alta en relación a lo que puede ofrecer en el campo. Siempre ha sido así con él y con cualquier otro crack del mismo nivel. Es el costo de ser un genio en cualquier área: esperarán constantemente una gran invención, la resolución mágica de algún problema. En el caso de un jugador de fútbol, un delantero, estamos hablando de goles y victorias.

Pero la vida es difícil. Incluso para los genios. Incluso para jugadores millonarios. Después de toda la conmoción vista en la presentación de Neymar por el Santos, los aficionados del alvinegro y el nuevo número 10 del Peixe volvieron a darse cuenta de que los cuentos de hadas no dominan las 24 horas de un día o los siete días de una semana.

El debut del Menino da Vila fue contra el Botafogo de Ribeirão Preto. Neymar salió desde el banco de suplentes, protagonizó algunas buenas jugadas y fue bastante perseguido en el campo. En poco más de 45 minutos, sufrió increíbles cinco faltas. El número 10 casi hizo un golazo y, tras el pitido final, aún atendió a la enorme fila de pedidos de fotos del equipo adversario.

Contra Grêmio Novorizontino y Corinthians la realidad fue un poco más dura. Empate sin goles y derrota en el clásico. En tres partidos, ningún gol o asistencia. El primer tanto llegó, de penalti, contra el Água Santa en el cuarto partido, con una asistencia deslizándose para completar. Nada aún tan brillante, creativo. ¿Motivo para preocuparse? No... y sí.

No porque este aún es solo el inicio de Neymar, recuperándose de un largo período fuera de campo, aún buscando tiempo de juego y readaptación al fútbol brasileño. ¡Estamos en los estaduales, vaya!

Pero existe espacio para preocupación en relación a lo que el número 10 puede hacer en este Santos que aún se reconstruye tras regresar a la élite del fútbol brasileño: con poca creatividad del equipo en la creación de jugadas, Neymar viene retrocediendo demasiado. Y así, se queda más lejos del gol adversario, donde su poder de creación y finalización alcanzan el máximo potencial.

La temporada aún está en sus comienzos y muchas cosas van a suceder. ¿Qué Neymar veremos en el campo? No será aquel que brilló por el Santos entre 2009 y 2013, no será aquel del Barcelona o del PSG y, mucho menos, el del Al Hilal. Pero entre la dura realidad y las expectativas estratosféricas, es imposible no imaginar que el nuevo número 10 del Peixe va a demostrar que aún es uno de los mejores con el balón en los pies. Es cuestión de esperar para ver.