Insólito. Wilstermann tuvo que reconocer el estado de la cancha del estadio Monumental de Núñez en penumbras porque la administración del escenario deportivo se olvidó de encender las luces a tiempo.
Hay algo de enojo en la delegación boliviana, los jugadores tuvieron que caminar a ciegas y con poca luz por los túneles que llevan al campo de juego y ni siquiera ahí se tuvo la iluminación necesaria para realizar el reconocimiento de la cancha.
Pasaron varios minutos hasta que la administración del estadio Monumental se le ocurrió prender las luces, pero Roberto Mosquera decidió llevar a sus jugadores al hotel para que se concentren en el juego de este jueves.
Con este mal episodio, Wilstermann descansa y solo piensa en una cosa, en hacer historia y eliminar a River.
