Croacia avanzó a la final del Mundial 2018 tras vencer a Inglaterra en un duelo que se definió en el alargue. En esta instancia, el protagonista de los balcánicos no solo fue Luka Modrić y compañía, también lo fue Iva Olivari, o también llamada "Tía Iva", asistente del entrenador croata, Zlatko Dalic.
Y es que el equipo que jugará esta instancia por primera vez en su historia ha regalado en esta cita planetaria postales que desafortunadamente no son muy habituales en el fútbol: en Rusia, es la única mujer que durante los partidos de su Selección está sentada en el banco de suplentes.
Olivari, extenista profesional (le ganó un partido a Steffi Graf en Alemania), trabaja en la Federación de Fútbol de su país desde 1992, y desde entonces tuvo que enfrentar una lucha constante en su puesto en su condición de mujer, sin embargo, cuando asumió el exfutbolista Davor Suker como presidente del organismo (en 2012) la nombró jefa del equipo con la responsabilidad de preparar la logística de los viajes, los partidos y entablar la comunicación con la FIFA.
Pero además, le aporta una dedicación especial a hablar con los futbolistas de sus asuntos personales, razón por la que se ganó todo el cariño del plantel.
Eso sí, en la Copa del Mundo de 2014 tuvo que presenciar desde la tribuna los duelos de su escuadra. Recién en 2016, en la Eurocopa de 2016 en París, Parque de los Príncipes, pudo ocupar el sitial que conserva hasta hoy: en Rusia debutó en el banco frente a Nigeria, en Kaliningrado, que terminó con el triunfo croata por 2-0, cosa que volvió a ocurrir en el Nizhni Nóvgorod, frente a Argentina y también contra Islandia en la fase de grupos. Algo histórico.
"Los chicos son fantásticos. Los quiero un montón y ellos me respetan. Con los más viejos tengo una relación de hermana-hermano porque llevamos largo tiempo juntos, desde que era la Tía Iva para ellos", dijo tiempo atrás.
"Si alguien dijese que acabaría trabajando en fútbol hace 30 años iba a responder que eso sería casi imposible, pero nunca se sabe donde la vida te va a llevar y yo amo el trabajo que hago, amo estar con el equipo y yo siempre daré lo mejor para trabajar de la mejor manera posible. Los colegas también me dan una gran cantidad de apoyo, que en realidad somos una gran familia", dijo cuando tomó el cargo en el primer equipo. Hoy representa la parte visible de la lucha por la inclusión femenina en el fútbol: que el rodar de una pelota, sea cosa de hombres y mujeres.
