Boca Juniors comenzó la pretemporada en el segundo día de 2018, con vistas a un año con distintas exigencias como mantenerse en la cima del torneo local, la final de la Supercopa contra River y la Copa Libertadores como los objetivos primordiales. Por eso, Guillermo Barros Schelotto y sus colaboradores están delineando al plantel para encararlo de la mejor manera.
Entre los jugadores que tuvo a disposición la novedad fue una vieja cara conocida puertas adentro, pero no tanto hacia afuera: Gabriel Miguel Guerra.
Puede jugar como enganche clásico, pero también tiene condiciones para ser delantero. Fue el goleador de la Reserva en 2014y se fue cedido al año siguiente a Malasia, en donde estuvo en PKNS, en la segunda división, y después pasó a Johor Darul Ta'zim, múltiple campeón de aquel país y con quien se consagró de la Liga Super, la Primera División malaya.
La rompió en el país asiático. En total jugó 109 partidos y marcó 65 goles, con un promedio de 0,59 goles por encuentro. Una locura de números, aunque hay que tener en cuenta el bajo nivel de la liga en la que estuvo. También jugó la Champions asiática, con ocho goles en misma cantidad de encuentros.
Finalizó el préstamo y Guerra volvió a Boca.Guillermo quiere observarlo. Los números que tiene no son para despreciar, aunque habría que verlo en acción junto a sus compañeros y en una liga muy diferente a la que está acostumbrado.
