Cuando faltan unas horas para el supuesto inicio del partido más importante de la historia de América, el debate se corrió hacia un costado inesperado y algo difícil de creer: ¿se juega el partido? Tras un sábado de terror, que incluyó una brutal agresión al micro que trasladaba a los jugadores de Boca al Monumental y serios incidentes en los alrededores del estadio, la CONMEBOL pasó el encuentro para este domingo 25 de noviembre, a las 17 de Argentina. Sin embargo, el Xeneize realizó formalmente la petición para suspender la final.
Mediante un comunicado oficial, el club argumenta que " no están dadas las condiciones " para disputar el partido en el Monumental. En ese sentido, el Xeneize pide la suspensión del duelo y la aplicación de las sanciones previstas en el artículo 18, que, entre otras cosas, contempla la descalificación de River. Esto, pese a que Daniel Angelici había manifestado públicamente la intención de jugarlo , además de la carta firmada junto a Rodolfo D'Onofrio y Alejandro Domínguez, presidentes de River y CONMEBOL respectivamente.
A continuación, el comunicado de Boca:
"El Club Atlético Boca Juniors realizó este domingo una presentación formal ante la Conmebol para solicitar que la final de la Copa Libertadores se pueda disputar en condiciones de igualdad, tal como acordaron los presidentes de la entidad sudamericana, de Boca y de River, en el acta que firmaron el sábado en el Monumental.
En la tarde de ayer Boca Juniors solicitó postergar el partido por los incidentes y se estableció como prioridad que el mismo pueda ser disputado en igualdad de condiciones. Luego de los hechos de violencia sufridos en las inmediaciones del estadio, de haber constatado la magnitud y gravedad de los mismos y las consecuencias que han generado en el plantel, Boca considera que esas condiciones no están dadas y solicita la suspensión del partido, así como la aplicación de las sanciones correspondientes previstas en el Artículo 18, para que la Conmebol actúe en consecuencia".
