EDITORIAL
La planificación de la próxima temporada en el Barcelona sigue dando giros copernicanos y con ella lo hace también la situación de un Philippe Coutinho al que el club azulgrana no encuentra comprador en el mercado. El destituido Quique Setién planteó que pudiera estar en la plantilla de la próxima temporada, una posibilidad que el entonces director técnico, Erico Abidal, no contemplaba debido a que su elevada ficha podía resultar incompatible con el Fair Play Financiero.
El valor de Coutinho se desploma
El cántabro y el francés, no obstante, ya no están. En lugar del entrenador llega un Ronald Koeman que puede verse obligado a hacerle un hueco al brasileño en sus planes porque ni siquiera rebajando sus pretensiones está logrando el Barcelona atraer a posibles compradores. Según ha podido saber Goal el club catalán incluso aceptaría ya 60 millones de euros, menos de la mitad de los 150 que pagó hace sólo dos años y medio, por su venta. Y ni así.
Sólo el Arsenal ha mostrado cierto interés pero es incapaz de presentar una oferta para hacerse con sus servicios y mucho menos de ofrecerle al jugador un sueldo a la altura de lo que gana en el Camp Nou, y ni se lo plantea si antes no se desprende de un Mesut Özil el cual tiene un año más de contrato y no da ninguna muestra de querer abandonar el Emirates.
Es por todo ello que el Barcelona se replantea la situación para con el brasileño, porque no tiene otra alternativa. Mejor que en el club azulgrana vayan preparando las patatas porque, como se suele decir, parece que tocará comerse la decisión de traspasar a Coutinho.
