Por primera vez en más de 100 años de historia, la Copa América se iba a disputar en dos países al mismo tiempo: Argentina y Colombia organizaron un certamen que adoptó varios cambios de formato para adaptarse a la competencia en dos latitudes diferentes, pero CONMEBOL lo trasladó a Brasil.
LA GUÍA DE LA COPA
Alejandro Domínguez pretendía emparejar el calendario sudamericano con el europeo, por lo que debía, primero, pasar los años organizativos de impares a pares. Así, surgió la posibilidad de volver a realizar el torneo en 2020 a pesar de haberse ya jugado en 2019. A partir de allí, se aceptó la candidatura de ambos países en conjunto a pesar de un deseo de Colombia de hacerlo en solitario. Al mismo tiempo, se descartó la posiblidad de que se haga en Estados Unidos, que cuando se cayó la doble sede volvió a sondear la chance.
En el comunicado oficial del martes 9 de abril de 2020, en el que la institución confirmó la sede, se explayó, también, sobre esta nueva modalidad: "El objetivo central de este cambio es brindar más facilidades a los aficionados y acercar geográficamente los partidos de las selecciones al público sudamericano. [...] El aficionado podrá disfrutar de al menos cinco partidos de su selección, lo que refuerza el espectáculo y la fiesta deportiva".
Ya en 2021, cuando la competición se había retrasado un año por la pandemia del coronavirus, la complicadísima situación del virus en ambos países, sumado al estallido social colombiano, acabó con la ilusión de los planes iniciales. Además de los americanos, Chile presentó su propuesta. Brasil fue escogido por "estabilidad" e "infraestructura" y todo terminará en el Maracaná, aunque el mítico estadio acogerá únicamente la final, escogido el Nilton Santos para los compromisos previos. El formato se mantuvo: dos grupos de 5, con 4 clasificados a cuartos.