En defensa de las Copas en el fútbol inglés

Por Juan Yagüe

Esta noche vuelve la FA Cup. Un viernes noche que atrae la atención por el ínclito Manchester City-Arsenal que se disputa en el Etihad para abrir la cuarta ronda. Quedan treinta y dos equipos y cuatro estarán en las semifinales de Wembley, allá por el mes de abril, en busca de la gran final.

En los últimos tiempos, la Copa de la Liga y la propia FA Cup están generando una gran discordia en Inglaterra. Los entrenadores de los grandes clubes, especialmente Jurgen Klopp, reclaman con vehemencia la reducción de partidos y/o competiciones. Quizá no tengan en cuenta el tremendo valor de estos torneos para los aficionados de equipos pequeños.

Esta misma semana, hemos visto la pasión y entrega de las aficiones de Southampton, Newcastle, Nottingham Forest y Manchester United, los cuatro semifinalistas de la Copa de la Liga, que han disputado la ida de las semifinales. En St.Mary´s se impusieron los Magpies por 0-1, pero queda todo abierto para la vuelta. Los del noreste de Inglaterra desplazaron hasta la costa sur un martes por la noche. Viaje de ida y vuelta de once horas en autobús y más de mil kilómetros por carretera en un día. Por su parte, en City Ground, un recién ascendido como el Forest, disfrutó de una experiencia como las de antaño al poner en apuros al todopoderoso United a pesar del rotundo 0-3 final.

Es cierto que los equipos grandes en Inglaterra pueden llegar a acumular una gran carga de partidos. La temporada pasada, el Liverpool llegó a jugar 62 contando con las finales de Copa de la Liga, FA Cup y Liga de Campeones. Sin embargo, si los equipos grandes quieren priorizar ciertas competiciones, siempre pueden tener más jugadores en plantilla o dar la alternativa a los jóvenes. Que buena falta le hace a la selección teniendo en cuenta de la masiva llegada de jugadores desde el extranjero.

Fuera de los equipos del top 6 (o de los que juegan Europa eventualmente como West Ham, Leicester City o Wolverhampton Wanderers los últimos años), las copas son el único aliciente de hacer algo especial durante la temporada. El curso pasado, el Crystal Palace consiguió llegar a las semifinales de la FA Cup tras deambular durante años por el desierto de la mitad de la table de la Premier League. Incapaces de aspirar a puestos europeos y sobrados para salvar la categoría. Y el propio Leicester fue campeón en el primer partido con aficionados tras la pandemia en Inglaterra en 2021.

Con el Chelsea ya fuera, un nuevo eliminado que saldrá del Manchester City-Arsenal, más la complicadísima salida del Liverpool a Brighton, se está quedando un escenario idóneo para que algún outsider vuelva a dar alguna alegría a sus fans. El fútbol de siempre está representado en estas competiciones. Los más humildes midiéndose a los más poderosos, sorteos puros, estadios pequeños y experiencias imborrables. El fútbol en abierto de la FA Cup y las semifinales a doble partido de la Copa de la Liga es lo que nos atañe y nos conmueve ahora. La Premier League lo acapara todo durante el año. Es el momento de que los demás también disfruten. Brindo por ello. Por las copas. Por el fútbol de siempre y la tradición

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