Cuando todo parecía que River iba a consgrarse bicampeón de América, un tal Gabriel Barbosa se destapó en el Estadio Nacional de Lima para dar vuelta el partido en tres minutos, amargar al Millonario y darle su segunda Libertadores a Flamengo. Y, claro, para aliviar a los hinchas de Boca.
Luego de aquel triunfo, el Mengão pisó por primera vez Argentina, ya que deberá enfrentar a Racing por los octavos de final del certamen actual, y el plantel se entrenó en Casa Amarilla. Allí se presentaron Cascini, Bermúdez y Marcelo Delgado, en representación del Consejo de Fútbol, para intercambiar camisetas y el elegido fue ni más ni menos que Gabigol, quien recibió la casaca de Carlos Tevez.
Eso sí: ambos podrían verse las caras en la próxima fase en caso de que pasen de ronda. Pero, por ahora, todo es agradecimiento...