Argentina campeón del mundo: las claves para su tercera estrella

El día que Argentina esperó durante 36 años llegó aquel 18 de diciembre del 2022. Pero la alegría no fue solo Albiceleste, porque el continente sudamericano acompañó esa alegría, ya que tras 20 años, la Copa del Mundo abandonaba Europa y volvía a la región tras una contundente actuación que lo llevó a alcanzar su tercera estrella. Además, el sueño de muchos fanáticos se había hecho realidad: Lionel Messi pudo alzarse con el único trofeo que le hacía falta en su increíble carrera. 

Transcurrido exactamente un año calendario, el análisis sigue vigente: ¿Cómo se puede analizar el triunfo de Argentina en Qatar 2022? ¿Qué diferencia a este equipo de otros conjuntos argentinos que no podían ganar títulos? Las respuestas a esos interrogantes son más que variadas, pero a continuación intentaremos repasar algunos de los momentos clave del camino a la gloria máxima. 

Argentina campeón de Qatar 2022: las claves y grandes rendimientos

1) Rápida remontada de la derrota ante Arabia: en los papeles de nadie figuraba una derrota de los comandados por Lionel Scaloni ante el que, a priori, era el rival más accesible del Grupo C. Sin embargo, tras un muy mal segundo tiempo, el conjunto argentino comenzó la Copa del Mundo con un tropiezo que le costó jugar condicionado el resto de los partidos del torneo. 

Sin embargo, y a pesar del golpe anímico que significó el resultado que sorprendió a todas las casas de apuestas online de fútbol, el equipo sudamericano mostró una gran personalidad. De hecho, fue su figura y capitán el que salió a dar la cara en ese duro momento: “Lo vamos a levantar más unidos que nunca, este grupo está unido. Es una situación que hace mucho no nos tocaba pasar. Ahora tenemos que demostrar que somos un grupo de verdad”, declaró ante la prensa. La historia, seis partidos después, habla por sí sola. 

2) El mejor Messi en mundiales: antes de Qatar 2022, las participaciones de Lionel Messi en Copas del Mundo no habían terminado de contentar a los fanáticos argentinos. A pesar de haber alcanzado la final en Brasil 2014, el 10 no había podido anotar un gol por fuera de la fase de grupos en sus cuatro participaciones mundialistas previas. 

En esta Copa, todo ello se revirtió: Messi anotó en seis de los siete encuentros (solo contra Polonia no pudo convertir, aunque sí erró un penal en ese partido), incluyendo un doblete nada más y nada menos que en una final del mundo. Además de su cuota goleadora, que le sirvió para ser el segundo anotador del torneo por detrás del francés Kylian Mbappé, Messi fue determinante en todo momento. 

Por ejemplo, en el crucial duelo ante México, que se encontraba completamente cerrado para Argentina, el 10 que en aquel momento jugaba para PSG sacó un remate letal de la galera para conducir a la Argentina a la victoria que desencadenaría la gloria. Lo mismo sucedió en el complejo partido ante Australia en octavos de final o la magistral asistencia a Nahuel Molina para el primer gol ante Holanda. 

Líder fuera y dentro del campo de juego, Messi también tuvo un rol clave a la hora de dar declaraciones, tal y como hemos comentado anteriormente. 

3) Julián Álvarez, un goleador inesperado: en la previa al Mundial, nadie discutía la titularidad de Lautaro Martínez como referente de ataque. Sin embargo, tras el fallido debut inicial, el actual jugador del Manchester City se ganó la titularidad en base a goles y sacrificio, siendo una de las máximas figuras en el partido ante Croacia en las semifinales. 

Como si fuera poco, Álvarez terminó como tercer goleador junto a Oliver Giroud, detrás de los grandes nombres de Messi y Mbappé.

4) Enzo Fernández, mejor talento joven del Mundial: tras el mal funcionamiento ante Arabia, Scaloni tuvo que echar mano en el equipo y buscar variantes. La estelar actuación ante México derivó en que el joven de 21 años sea una pieza clave para el equipo, al punto de ser considerado el mayor talento joven de esta Copa del Mundo.

5) Variables de funcionamiento: por último, y no menos importante, Argentina logró un funcionamiento que no dependía pura y exclusivamente de Messi, como sucedía anteriormente. De hecho, pudo reemplazar a otra figura importante como Ángel Di María, que arrastró una molestia en la segunda mitad de la Copa del Mundo. El mérito de Lionel Scaloni, en ese sentido, es notorio.