Legado, historia, validación, dominio: Qué hay en juego en la final de la Copa América 2024 para Lionel Messi, James Rodríguez y las demás estrellas de Argentina y Colombia

Después de ganar el Mundial 2022, Ángel Di María podría haber decidido retirarse y nadie podría haber argumentado en su contra. No hay nada más dulce que ganar una Copa del Mundo y ningún sentimiento que se compare con levantar ese trofeo en Qatar.

Sin embargo, Fideo se quedó para un baile más, una oportunidad más para coronarse de gloria. El domingo será su último partido con la camiseta de Argentina. ¿Valdrá la pena haber estirado el adiós?

"Es mi última batalla", dijo Di María antes de la final. "No queda nada por decir que no haya dicho muchas veces antes. Es mi último partido. Quiero agradecer a todos los argentinos y a esta generación que me permitió evantar tantos trofeos", aseguró.

Además, dejó en claro: "No estoy listo para mi último partido en la Selección, pero es el momento. Pase lo que pase en la final, creo que puedo irme por la puerta grande. Di todo. Siempre di mi vida por esta camiseta".

Di María ya tiene ganado su lugar indeleble en el pabellón de las leyendas, por lo que otra Copa América sería simplemente sumar estadísticas a su legado. Seguramente ha disfrutado esta última oportunidad con sus compañeros de equipo y este último torneo con la celeste y blanca.

Al final, sin embargo, la única manera en la que se irá feliz es si levanta otro trofeo. Sería un final adecuado para un jugador que debió pasar demasiadas veces por el barro antes de llegar al oro. ¿Lo conseguirá?

El mundo se enamoró de James Rodríguez en 2014. Y la mayoría se ha desenamorado del colombiano en los 10 años que siguieron desde entonces. El talentoso centrocampista ofensivo nunca había vuelto a alcanzar el nivel que mostró, especialmente, en el Mundial de Brasil. Hasta que llegó la Copa América 2024.

La carrera de James no ha salido según lo planeado, pero en Estados Unidos ha vuelto a ser el jugador que podría haber sido. Rodríguez es un viaje al pasado en más de una forma, lo que ha hecho que su dominio este verano sea tan divertido.
Tiene seis asistencias en este torneo, mientras que ningún otro jugador del torneo sumó más de dos. No ha habido ningún jugador más importante para el éxito de su equipo en la competición de CONMEBOL que el centrocampista de 33 años. Y nadie podría haberlo visto venir.
Poco ha salido según lo planeado para James en la última década. Su carrera en clubes nunca despegó realmente por varias razones. Desde el momento en que apareció en escena, estuvo bajo demasiada presión, se enfrentó a expectativas exageradas y, desafortunadamente, nunca estuvo cerca de cumplirlas.
Esta Copa América no necesariamente cambiará eso, pero se siente como un camino de redención para el centrocampista. Si puede llevar a Colombia a la gloria, su estatus de ícono quedará solidificado para siempre. Tal vez los fanáticos dejarán de preguntarse qué podría haber sido, y recordarán lo que fue durante un mes a mediados de 2024.

Scaloni ya es el mejor entrenador de Argentina de la era moderna. Es lo que viene aparejado con ganar un Mundial. Su currículum es mejor que el de casi cualquier otra persona en la historia del país.

¿Y si gana su segunda Copa América consecutiva? ¿Si puede llevar a la Albiceleste a su cuarto trofeo importante en solo tres años? Sí, será indiscutible.

Scaloni ya tiene una Copa América, una Finalissima y, por supuesto, una Copa del Mundo en su haber. Si suma otro título continental se convertirá en apenas el tercer entrenador en la historia de la selección más laureada del mundo en levantar este trofeo más de una vez. Si a eso se suman sus otros logros, no habrá dudas sobre el lugar del nacido en Pujato en la historia.

Es particularmente impresionante considerando que este es su primer trabajo como entrenador principal de un equipo de mayores. Antes de tomar las riendas de Argentina, solo había sido asistente de Jorge Sampaoli en el Sevilla y en la Albiceleste.

Su nombramiento recibió numerosas críticas en su momento, con su falta de experiencia como el principal argumento en su contra. ¡Ahora no hay nada más que criticar!

Scaloni ha sido el entrenador perfecto para este equipo en el momento perfecto y, si Argentina gana el domingo, lo que ya es una carrera legendaria continuará.

Luis Díaz bien podría ser la diferencia en la final. Es tan bueno y tan peligroso que a nadie debería sorprender que sea la gran figura en Miami. Con frecuencia, es la mayor arma de Colombia, un jugador que puede hacer que las defensas se doblen una y otra vez hasta que finalmente se rompan.

Sin embargo, Lucho no siempre es comparado con los mejores del mundo. Muchas veces parece que se lo relega a esa segunda categoría, la que está justo por debajo de la clase mundial. Es bueno, pero no excelente. Es peligroso, pero no letal. Es un jugador que marca la diferencia, pero no es "el" jugador.

Las reputaciones se hacen en finales, y Díaz tiene la oportunidad de mejorar la suya mientras escribe su lugar en los libros de historia de su país. Colombia ha tenido pocos jugadores tan dinámicos como él y, si muestra lo mejor de su repertorio en la final, el extremo del Liverpool se ganará su lugar en el Panteón del fútbol colombiano junto a los Carlos Valderrama, los René Higuita y los Radamel Falcao.

Mientras tanto, Europa también estará observando. Díaz es un jugador clave para los Reds, pero no exactamente la estrella. Tal vez este torneo le ayude a demostrar a Arne Slot que tiene lo que se necesita para ser un indiscutido en Anfield. Este es un partido enorme para Díaz para demostrarle al mundo lo bueno que puede ser.

Lionel Messi ya se pasó el juego. Ha completado el deporte del fútbol. Todos los jefes han sido derrotados y todos los logros han sido desbloqueados. Para Leo, a esta altura, todo lo demás a esta altura es lo que en el automovilismo se conoce como "la vuelta de la victoria". La celebración constante de un futbolista que probablemente sea el mejor que jamás haya pisado un campo de juego.

Las vueltas de victoria son divertidas. Y qué jugador no querría agregar otro premio a una carrera llena de estatuillas y trofeos.

Messi, a pesar de todos sus éxitos, está desesperado por más. Ya es inmortal, pero otra Copa América pondría aún más distancia entre él y sus competidores. Eso incluye a Cristiano Ronaldo, cuya victoria en la Eurocopa 2016 ya quedaría demasiado pequeña ante una Copa del Mundo y dos títulos continentales de Messi.

Sin embargo, a esta altura, ya no importa. El debate con cualquier mortal quedó definitivamente saldado el 18 de diciembre de 2022 en el estadio Lusail. Cualquier cosa a partir de ahora son puntos de bonificación, incluida una segunda Copa América que solo lo elevaría un poco más alto en el Olimpo del fútbol.

Néstor Lorenzo no es un desconocido en Argentina. Jugó 12 veces para la Selección y después de retirarse en 1997, se dedicó a la dirección técnica, con pasos como asistente tanto en la Selección absoluta como en la Sub-20.

Sin embargo, el predio de Ezeiza ya forma parte de su pasado. El nacido en Villa Celina ahora lidera a Colombia y quiere dejar con las manos vacías a su país natal.

Será un día emocionante para Lorenzo, quien asumió al frente del equipo cafetero en 2022. El entrenador armó un equipo sólido que se abrió paso con justicia hasta la final y ahora buscará dar el gran golpe contra el campeón defensor, que tiene entre sus filas a un Lionel Messi a quien vio dar sus primeros pasos con la camiseta albiceleste allá por 2005.

El domingo, toda Argentina hinchará en contra de Lorenzo, quien formó parte del plantel que disputó la Copa del Mundo de 1990. Es curioso cómo funciona la vida a veces. Pero si gana el domingo, Lorenzo podría ser quien ría último.

Parece increíble que Colombia no haya tenido más éxito en la Copa América a lo largo de la historia. Ha llegado a la final solo dos veces y la ha ganado apenas una. A pesar de todo el talento que el país cafetero produjo a lo largo de los años, llegar hasta el último partido de la competición de selecciones más antigua del mundo ha sido todo menos común.

Su único trofeo continental llegó en 2001, en una edición que disputó como local. El legendario defensor Iván Córdoba anotó el único gol en una victoria sobre México, mientras que Víctor Aristizábal ganó el Botín de Oro con sus seis goles en el torneo.

Ahora, 23 años después, Colombia está de vuelta en la final. Este grupo de jugadores tiene la oportunidad de escribir sus nombres en los libros de historia. Jugadores como Jhon Córdoba, Jefferson Lerma o Richard Ríos pueden convertirse en héroes. James Rodríguez y Luis Díaz pueden solidificar su estatus de leyendas. Todos en el campo están potencialmente a un paso de llevar un trofeo histórico para Colombia.

A lo largo de los aproximadamente 100 años que se ha jugado fútbol a este nivel, solo un equipo ha ganado tres títulos importantes consecutivos: España. La racha de La Roja de 2008 a 2012 fue legendaria. Xavi, Iniesta, David Villa, Iker Casillas, Fernando Torres: todos son héroes. Aquel equipo es parte de la historia grande del deporte.

El domingo, Argentina puede igualar esa marca. También puede continuar con una racha sin precedentes de dominio internacional. Y, si lo consigue, habrá asegurado su lugar entre las mejores selecciones de todos los tiempos.

Jugador por jugador, cualquier desprevenido podría creer que este equipo argentino no es tan talentoso como lo fue aquella España. Y aunque se trata de un debate injusto, de carreras terminadas con otras que se están escribiendo (¿o alguien duda que Cuti Romero está en camino de superar con creces el legado de Puyol, por sólo citar un ejemplo?), lo que ya puede decirse a esta altura es que a este equipo de Argentina lo que le destaca es la cohesión. Cada pieza encaja perfectamente y todos conocen su papel. La química ha sido clave para el crecimiento del equipo de Scaloni. Y si luego a la ecuación se añade el factor Messi, cosas increíbles suceden.

Si Argentina gana el domingo, simplemente será una locura. Especialmente si se consideran todas las derrotas en finales y los contratiempos que este equipo enfrentó durante la primera década y media de Leo vestido de albiceleste. Esos días han quedado atrás, ya que la Era Messi ahora será recordada por el dominio internacional. Y podría sumar un trofeo más en Miami el domingo por la noche.