Se puede decir, doce jornadas después de que empezara el campeonato de la Primera División, que la broma del Girona no es tal. Van en serio los gerundenses y lo suyo ya no es jugar simplemente un fútbol divertido y alegre. Después del triunfo espectacular ante Osasuna en El Sadar (2-4) y del 'pinchazo' del Real Madrid en el Santiago Bernabéu contra el Rayo Vallecano (0-0), el equipo de Míchel se ha colocado como primer clasificado de LaLiga en soledad.
Con 31 puntos en 12 partidos, el Girona aventaja por dos unidades al Real Madrid, por cuatro al FC Barcelona y por seis al Atlético de Madrid, seguramente los tres principales candidatos a quedarse con el título liguero. Y ya le ha sacado 10 puntos de distancia al Athletic Club de Bilbao, el primero que está quedándose fuera de la próxima edición de la UEFA Champions League.
Así las cosas, el Girona se ha convertido en una seria amenaza para los grandes y empieza a ganar espacio en los programas de radio, televisión, Twitch, Youtube o barras de bar. La pregunta que se repite es si los catalanes están en condiciones de ser el Leicester español. Consumado casi un tercio de LaLiga, el Girona de Míchel se divierte sobre el campo y tiene licencia para soñar con repetir la gesta de los 'Foxes' en 2016, cuando ganaron una histórica e inolvidable Premier League de la mano del entrenador italiano Claudio Ranieri.
En ese sentido, merece la pena revisar en qué se parecen y en qué se diferencian el actual Girona con aquel Leicester.












