Hace casi dos años, el 16 de octubre de 2021, el Girona perdía 1-3 con el Huesca por la décima jornada de la Liga Smartbank y se hundía todavía más en la clasificación. Con 8 puntos en diez partidos, caía en puestos de descenso a Segunda B, la tercera división del fútbol español, y la opinión pública cuestionaba al hombre que se sentaba en el banquillo catalán. Ese hombre era Míchel, que había llegado al club de Montilivi para el inicio de la temporada 2021-22 con contrato por un año con opción a otro más.
Hoy, casi 24 meses después, el equipo de ese mismo hombre es la sensación de Primera División porque juega bien, porque es amable a la vista (se agradece su propuesta ofensiva) y por lo más importante: suma más puntos que nadie luego de las primeras siete jornadas del campeonato doméstico.
El Girona está teniendo un comienzo de temporada de ensueño, con media Europa hablando de los sorpresivos líderes de la liga española. Han disputado siete encuentros y sólo no ganaron el primero, jugado en casa de la Real Sociedad ('equipo Champions' en este curso).
'Montilíder', como algunos bautizaron ahora al estadio del primer clasificado de LaLiga EA Sports, se prepara para recibir a todo un Real Madrid el próximo sábado. Y lo hace con la ilusión por las nubes, deseando que el sueño no se termine.
¿Cómo es posible entender el presente de un club que nunca había jugado un solo partido de Primera División hasta mediados de 2017?