La frustración de Dani Rodríguez se volcó públicamente en varias publicaciones de Instagram, donde cuestionó los valores detrás de las decisiones de Arrasate. En una de sus primeras publicaciones escribió:
"Me duele que un jugador recién llegado, con solo una sesión de entrenamiento, tenga la oportunidad de jugar antes que compañeros que han pasado años defendiendo esta camiseta con sudor y dedicación."
El mediocampista continuó acusando al entrenador de socavar los principios del vestuario:
"Algo así envía un mensaje terrible: la lealtad, el trabajo duro y la dedicación no importan."
Más adelante, en una publicación más extensa que combinaba su decepción personal con un mensaje dirigido a su familia, Rodríguez escribió:
"Viajé con la ilusión de mis hijos de verme jugar en el Bernabéu. Una lección importante para ellos: nunca esperen nada de nadie, especialmente hoy, cuando la meritocracia, la cultura y el respeto por el trabajo duro son tan escasos. No hagan las cosas esperando algo a cambio; háganlo por ustedes y por su pasión."
Agregó:
"El respeto y el afecto se ganan en el campo. Luchen por sus sueños, incluso si encuentran obstáculos, y crean siempre en ustedes mismos. Las cosas se ganan, no se regalan. Y cuando lo logran, saben doblemente bien. Los amo, familia. Son los mejores."
A pesar del tono emotivo y reflexivo, el club consideró que sus comentarios habían cruzado una línea.
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