A Colo Colo no le alcanza para competir fuera de Chile: explicaciones de una vergüenza

El XI estaba cantado: era el mismo de la ida. Pero Gustavo Quinteros puso línea de 3 (5) y a Carlos Palacios junto a Damián Pizarro todos les quedaban demasiado lejos. Puso un 5-3-2 el cuerpo técnico del ex Ecuador y encima de que el equipo le quedó muy largo, no estuvo conforme desde el campo y las declaraciones y tampoco fue capaz de remontar una situación complicada: que le atacaran por todas partes con la exacta suerte. El flan defensivo de los blancos fue un desastre total, porque nunca lo marcaron bien a uno de verde. "Defensivamente fuimos un desastre, perdimos casi todo en las áreas, no vamos a cubrir los rebotes, este fue la vergüenza que el equipo haya defendido así", fue la autocrítica del DT. Se olvidó de lo bueno realizado antes.

Quinteros apenas apeló a Jordhy Thompson (en el descanso) y Fabián Castillo al cierre como sus únicos suplentes utilizados, en una banca que miraba y no le ofrecía lo que quería. El entrenador entiende que Benegas y Lezcano están por debajo de Pizarro y apenas los hace jugar en su conformación del bloque de ataque.

Pese a que Colo Colo demostró espíritu de lucha cuando estuvo 1 a 3 abajo, a uno de forzar penales, como variar no fue una prioridad el rival lo terminó matando de la misma forma en que comenzó a encaminar la remontada: doblándole las orillas y con inteligencia necesaria en el centro. "Lo que sucedió me da vergüenza. Hay que reconocer que no estamos para estos desafíos internacionales", reforzó el argentino-boliviano después de evidenciar escasa jerarquía.

¿Blanco & Negro? Armó un plantel con menos kilates que en 2022 y se niega a reforzarlo.

A saber: Fernando de Paul evitó un escándalo aún peor, no encontró en sus figuras a un líder que pudiera tirar a los compañeros para arriba en busca de goles y capacidad para competir, Thompson fue el único que se animó y cuando ya era demasiado tarde -lo que refuerza el hecho de que se perdieron 45' con su ausencia-, laterales sin pasada, un 9 sin control, un mediocampo sobrepasado, centrales espantosos en el uno contra uno y olor a final de ciclo para múltiples.