"Atacar mucho y luego recuperarla con la ilusión de volver a atacar". Ninguna frase de Marcelo Bielsa describe mejor lo que se respiraba en el Vélodrome durante su ciclo en Francia. Ese Olympique de Marsella practicaba, sin duda alguna, una de las propuestas ofensivas más espectaculares de toda Europa. Y aunque no le alcanzó para conquistar la Ligue 1, el recuerdo de sus partidos aún produce emociones indescriptibles en aquellos que tuvieron el privilegio de presenciar al único equipo que, literalmente, nunca dejaba de atacar.
La mano de Bielsa potenció a talentos como Benjamin Mendy, un lateral izquierdo que según el propio entrenador argentino tenía todo lo necesario para ser el mejor del mundo. Gianelli Imbula, capaz de desempeñarse como único volante de contención y protagonizar por sí mismo la salida desde el fondo gracias a su potencia física. Dimitri Payet, el 10 que le daba sentido al juego y tenía la habilidad de destrabar un partido con una pincelada. Ni hablar de André-Pierre Gignac, el mejor exponente de la gestión del Loco – dejó atrás los problemas de sobrepeso y completó la mejor temporada de su carrera –.
Dentro de ese grupo, el de los talentosos, también destacaba un nombre que ahora es muy mencionado en Tigres: Florian Thauvin, nuestro protagonista de hoy.
La joya del OM
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Zurdo, rápido y de trazo fino. Con apenas 21 años, Thauvin representaba el futuro del OM y el club tenía como mandamiento cuidarlo por encima de todas las cosas. El extremo no tuvo problemas para captar la idea de Bielsa y rápidamente se convirtió en uno de los elementos más destacados del equipo.
"Es un jugador lleno de condiciones que con el tiempo podría llegar a ser uno de los mejores del mundo", dijo Bielsa sobre su incuestionable talento. La calidad del nacido en Orleans se perdía de vista, siendo uno de los distintos del Marsella y llenando de optimismo a toda Francia, que reclamaba a gritos un recambio generacional en la Selección.
En esa temporada (2014-15), Florian disputó 36 partidos del campeonato local y convirtió en cinco oportunidades. No fueron números espectaculares, pero lo que realmente llamaba la atención de este chico era la manera en la que entendía el juego y sobre todo el desorden que generaba en los últimos metros.
A Thauvin le seducía mucho inclinarse hacia la banda derecha y así tener el espacio necesario para hacer la diagonal con la pierna hábil, al mejor estilo de Arjen Robben. Una vez perfilado con la zurda, el francés podía sorprender con un centro quirúrgico al área o con un remate salvaje desde lejos. Las variantes eran infinitas.
Una vez culminada la participación del OM en Le Championnat, sucedió lo inevitable: llegó una buena oferta por Thauvin y el club la aceptó. ¿Su destino? La Premier League.
Newcastle, el sueño que no fue
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La Premier League es uno de esos destinos a los que nadie le cierra la puerta. Es el campeonato más competitivo desde hace varios años e incluso da lo mismo llegar a un equipo de poco renombre, pues puede servir de trampolín a un club del Big Six. Con esa ilusión llegó Thauvin a Inglaterra, aunque nada salió como lo planeado.
El Newcastle tenía un proyecto muy interesante para la 2015-16. Las Urracas pagaron 17 millones de euros por Thauvin, a quien le ofrecieron un contrato por cinco temporadas; sin embargo, el club también hizo un importante gasto por otros jugadores como Georginio Wijnaldum, Andros Townsend, Jonjo Shelvey, Aleksandar Mitrovic o Chancel Mbemba.
Pese a que tuvo minutos al comienzo de la campaña, la adaptación de Thauvin al futbol inglés no fue posible. El ex Olympique de Marsella, desde el primer momento, se vio en desventaja con respecto a sus compañeros por una serie de aspectos que hicieron muy cuesta arriba su consolidación en St James' Park.
Tan solo disputó tres partidos como titular en la Premier League: Arsenal, West Ham y Watford. En todos fue derrotado el Newcastle y Steve McClaren, buscando una reacción inmediata, decidió 'borrar' del once inicial a Thauvin. Una medida que, para mala fortuna del prometedor extremo francés, resultó irreversible.
En el mercado de invierno de esa temporada, Thauvin recogió sus pertenencias y regresó a Marsella, primero en calidad de préstamo y luego de manera definitiva. El club pagó 11 millones de euros para quedarse con él y las cosas no salieron tan mal desde entonces, pues su segunda etapa fue tan exitosa como la primera.
¿Qué le faltó en Inglaterra?
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Son muchos factores, incluyendo la terrible situación de un equipo que terminó descendiendo al Championship tras la salida de Thauvin. Sin embargo, el propio futbolista reconoció que no estaba listo para un cambio tan drástico como el que le tocó experimentar con apenas 22 años.
"Es un futbol mucho más físico el de Inglaterra, hay mucho compromiso. Y tienes que estar preparado, sobre todo físicamente antes de llegar a la Premier League. Era demasiado pronto. Fue un traspaso que se hizo muy rápido. Por lo general, pensamos que nos tomamos nuestro tiempo, pero en mi caso sucedió demasiado rápido", confesó Thauvin en entrevista con la UEFA en 2016.
Ese mismo año, en diálogo con La Provence, Thauvin recordó otros problemas de adaptación. "Es cierto que fue un poco difícil porque era una experiencia nueva, un país nuevo, un idioma nuevo. Entonces no fue fácil. Es un contexto diferente al que viví en Marsella. Hubo todo este cambio de repente y tenía muy poco tiempo de juego. Todo esto hizo que fuera difícil adaptarse".
Desde el aspecto deportivo, las cualidades del francés no encajaban del todo con el juego 'box to box' de la Premier League. Thauvin por lo general conduce en exceso la pelota y McClaren demandaba un estilo más directo, que permitiera rápidos contragolpes y por ende la finalización de este tipo de jugadas.
Esta combinación hizo imposible que Thauvin triunfara en Inglaterra, pero eso no implica que el extremo no pueda triunfar lejos de Francia.
La Liga MX, el destino ideal
Felipe Balcázar
Thauvin tuvo una sola experiencia fuera de la Ligue 1 y ya vimos cómo le fue. Pero no necesariamente debe correr con la misma suerte en la Liga MX; de hecho, el futbol mexicano reúne condiciones que podrían ayudarle al francés a reencontrarse con la mejor versión de su futbol.
Una de ellas es la propuesta de juego de Tigres. Bajo la conducción de Miguel Herrera, los Felinos seguramente buscarán imponer las condiciones a través de la posesión. Eso favorece mucho al campeón del mundo, quien se siente cómodo cuando tiene libertad para encarar y dejar volar su imaginación en campo contrario.
También es cierto que el futbolista se encuentra en óptimas condiciones físicas, por lo que queda descartada una situación similar a la de Jérémy Ménez en el América. Thauvin tiene 28 años y hace poco compitió al más alto nivel con el OM, al punto que Jorge Sampaoli quería retenerlo.
Eso sin mencionar la presencia de un viejo conocido: Gignac. El Bomboro fue uno de sus mejores socios en el Marsella de Bielsa y además, ambos han sido compañeros de Selección. Esta dupla tiene todo lo necesario para triunfar en México y mantener a Tigres en ese lugar de prestigio que ocupa desde que en Nuevo León se habla francés.