Goal
SIGUE AQUÍ EN DIRECTO EL BETIS VS. BARCELONA
Parece que nunca es el momento para el Real Betis. Cuando parece que lo puede conseguir, que está a su alcance, siempre hay alguna circunstancia, o un cúmulo de ellas, que impiden que la entidad pueda dar el salto. Y ya van unas cuentas. En la eliminatoria de Europa League (2014) contra el Sevilla no consigue mantener la renta que llevaba y cae en los penaltis. El cruce, en la misma competición, ante el Stade Rennes, no logra mantenerse firme en el Benito Villamarín y sale de un torneo en la que habría podido tener futuro.
En la semifinal contra el Valencia en Copa del Rey de 2019 tampoco es capaz de llevar a buen puerto una eliminatoria en la que acariciaba la final. Y ayer, una muesca más. Alguno pensará que de qué sirve recordar tantas heridas del pasado. Puede que la opinión que tenga al respecto de lo de ayer sea tan tajante que necesite rellenar líneas (puede ser). O puede que todo sea una línea continuista de la que la entidad verdiblanca no logra desprenderse (puede ser).
Ayer el equipo da la cara, correcto. Compite bien y hasta es mejor en ciertos tramos que su rival. Pero un equipo con los pormenores que alberga el Betis no puede darse un respiro y menos en los instantes finales. Impropio de Canales no ser el futbolista competitivo en la pelota dividida con Iñigo Martínez que da origen al centro. Grosera falta de intensidad (en los últimos minutos, insisto) de Víctor Ruiz. Ni deja a Raúl García en fuera de juego ni se pega a él en la marca, a un especialista en el juego aéreo, algo de lo que estaba prevenido y era consabido. Mal Pellegrini en la reestructuración del equipo en la prórroga, y en algunas decisiones más. Y otra vez una tanda de penaltis con mala ejecución. Ahí tienen el cúmulo de circunstancias.
Próximos partidos
Fallo tras fallo cuando sólo estaba a 30 segundos de poder darle un giro más a la evolución que llevaba. Porque eso es innegable, no hay discusión, pero hay quien se puede quedar en eso solo o el que piensa que era una oportunidad de oro, otra más. Cuestión de gustos. Se puede decir que Pellegrini está haciendo un milagro con la plantilla que tiene y cómo ha resucitado al equipo. Se puede. Pero también se puede decir que a 30 segundos de poder, quién sabe, cambiar tu futuro no te puede ocurrir eso.
El caso es que el “Manquepierda” no creo que tenga las espaldas tan anchas como para seguir aguantando tanto y alguna vez le tendrán que echar una mano. Y es ahí donde se encuentra ahora el Betis. Con un rival difícil el domingo y con aspiraciones serias de meterse en Europa. Con todo por jugarse en Liga y los puestos europeos a tiro de piedra. A ver si ahora sí es el momento del Betis, aunque sea a la enésima.