El clásico entre Colo Colo y Universidad Católica, con marcador 0-2 a favor de los Cruzados, fue suspendido debido a incidentes registrados por un grupo de hinchas albos, que lanzaron fuegos de artificio en el Estadio Monumental y provocaron una herida al delantero argentino Nicolás Blandi.
Tras este incidente mayor, el árbitro Piero Maza determinó suspender el partido y, en represalia, varios simpatizantes locales vandalizaron el reducto de Macul.
