Universidad Católica, que se llevó el Clásico 177 por 2-0 tras 70 minutos, fue la primera que insinuó sobre la portería rival en el Monumental. Colo Colo se vio apremiado en su zona defensiva cuando César Pinares puso el balón en el área y Fernando Zampedri probó -sin mayor peligro- su cabeza.
El resumen del partidoLa insistencia inicial la consagró Edson Puch, deshaciendo la marca de Branco Provoste y desviando un derechazo rasante. El compromiso no acabó porque un sector de la barra local no lo permitió. Hubo fuego dentro y fuera del recinto y la Garra no olvida el atropello de la Policía a Neco, rememorado a punta de cánticos.
El Cacique despertó mediante un lanzamiento elevado de parte de Leo Valencia, que se aprovechó de una innumerable serie de rebotes en el área de Matías Dituro. Luego de un bajón en la generación, el fútbol se detuvo por la caída de fuegos artificiales a la cancha y tras seis minutos con la acción detenida casi se luce Pablo Mouche con un córner cerrado que pudo ser olímpico de no ser por los puños del meta bicampeón, el 1 de un club sólido que controló el trámite de ese primer lapso sin mayores problemas salvo un palo aislado del Chaco Insaurralde.
Dormidos, en la misma dinámica del primer tiempo, empezaron a jugar el complemento los atletas de Mario Salas. De entrada Gastón Lezcano centró para encontrar en soledad a Luciano Aued, que cabeceó a gol. Aumentó César Pinares con un notable disparo de zurda esquinado y no solo el estadio perdió la paciencia con el Comandante, sino que los incidentes fueron una constante durante toda la jornada con el lanzamiento de fuegos artificiales desde las tribunas al campo de juego. Y en el complemento, todavía más graves: quedó herido Nico Blandi en sus piernas por un impacto directo de esquirlas de proyectiles y Piero Maza suspendió justificadamente una jornada negra desde el punto de vista de la seguridad.