OPINIÓN
El Atlético de Madrid logró una victoria sufrida ante el Deportivo con gol sobre la bocina de Thomas Partey. El futbolista ghanés se está convirtiendo en el artillero improvisado del equipo de Simeone ante la falta de pólvora de los atacantes, empezando por Griezmann.
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No en vano, Thomas Partney es el único jugador rojiblanco que ha logrado esta temporada al menos un tanto en todas las competiciones –Liga, Copa y Champions–, refrendando su crecimiento en el equipo colchonero, donde solo le falta pulir el aspecto técnico para terminar de tomar el mando de la medular.
El otro lado de la moneda está en la delantera atlético, encabezada por Griezmann. El francés fue sustituido en el minuto 80 y se marchó de Riazor con paso lento, mirada perdida y cabeza caída, pese a encontrarse el marcador en esos momentos en empate. Y no es para menos, el ‘7’ va camino de firmar su peor marca en el Atleti, donde solo suma 3 dianas en 13 partidos, siete de los últimos sin ver puerta.
Fatalidades de la vida, la victoria final y las postrimeras oportunidades en el partido llegaron sin el concurso de Griezmann en el césped. Todo el protagonismo en este apartado ofensivo recayó sobre Gabi y Thomas, quienes precisamente fabricaron el gol de la victoria al idear una falta indirecta en la media luna del área, sin Griezmann en las inmediaciones, de ahí su amargura en el banquillo.