River perdió el invicto con un Roberto Tobar que validó su designación

Siempre fluye el juego si se trata de Roberto Tobar, el árbitro chileno mejor considerado y evaluado por la Conmebol que acaba de dirigir en la final de la Copa Libertadores que coronó a Flamengo por segunda vez en la historia, contra River en Lima en una final impecable del designado para dirigir.

El mismo juez que echó a Gabriel Jesus de la definición de Copa América esta vez expulsó a dos futbolistas, pero ninguno siquiera reclamó pues ambos, Exequiel Palacios y Gabigol, entendieron que la decisión era la correcta. Palacios tuvo una actitud violenta en contra de Bruno Henrique, que ya estaba en el piso, y el ex Inter de Milán provocó al rival que se le cruzó después de meter el doblete que lo alzó hasta la gloria continental.

Las anteriores seis tarjetas no fueron discutidas, aunque sí Jorge Jesus -el DT campeón- se calentó pateando una botella luego de que el ya amonestado Milton Casco lo chocó a Rafinha en un doble cabezazo que más bien cruzó fuerzas parejas en una acción aérea.

Matías Suárez fouleó a Pablo Marí en un envión hacia el arco de Diego Alves y Tobar no lo perdonó. Fue la última avanzada riverplatense del primer tiempo y acabó con esa amarilla.

Polémicas nunca faltan en las finales pero en esta, que se le escapó increíblemente al Millo y a Paulo Díaz, compatriota de Tobar, solo hubo una: Bruno Henrique lideró el ataque del Mengao en la punta izquierda y el centro lo despejó a medias Lucas Martínez Quarta. El rebote pegó en el codo de un Nicolás De La Cruz que estaba de espaldas y tanto Gabigol como Éverton Ribeiro no pudieron acertar a meta, el segundo gracias a Franco Armani.

Todo el universo Flamengo pidió penal, pero Tobar confió en el consejo de su equipo VAR, compuesto por el uruguayo Esteban Ostojich, los chilenos Piero Maza y Carlos Astroza (observador), el colombiano Alexander Guzmán y el peruano Víctor Hugo Carrillo. Entonces pidió espacio y le devolvió el esférico a Armani, para que ejecutara un saque de meta.

También estuvieron a la altura sus linemans Christian Schiemann y Claudio Ríos marcando las posiciones de adelanto que abundaron en la noche que River perdió la Copa... y el invicto con Tobar en el mando arbitral.