Detrás del glamour y los reflectores que abarca la Liga MX, durante los últimos años la nota positiva en el balompié mexicano la han dado las categorías inferiores, tal y como sucedió el pasado domingo, que la Selección mexicana se llevó el Subcampeonato del Sub 17, luego de caer con Brasil.
El Chima Ruíz era la cabeza del proyecto, en el cual se busca sembrar las bases para el Tricolor y el trabajo hacia futuro, detectando los talentos con los que cuenta cada club y preparándolos para el espinoso camino al Máximo Circuito.
Trabajar en categorías inferiores no es nada sencillo. Se trata del lugar donde todo comienza. Los prospectos de escuelita o el barrio pisan las canchas con un mismo objetivo: Llegar y triunfar en la Primera División. El destino de cada uno es distinto, pero todos y cada uno son preparados para adquirir los aspectos básicos de jugar al futbol.
Raúl Alpízar defendió la camiseta de Pumas en la década de los 90´s, dedicando los últimos años a trabajar con los jóvenes de la Cantera Puma. Luego de un paso como auxiliar de David Patiño, ahora es el entrenador de la categoría Sub 17 de los Felinos, un experto en la materia del desarrollo de futbolistas.
"No hay una capacitación real en cuanto a especializarnos en niveles formativos, y eso nos ayudaría a que cada entrenador de acuerdo a su perfil pudiera enfocarse en un nivel competitivo", dice al ser cuestionado respecto a cuáles son las mayores dificultades de trabajar en el circuito de fuerzas básicas.
Según asegura Alpízar para Goal, los clubes de los que él tiene conocimiento han sido conscientes de cuál es la importancia de las fuerzas básicas, destinando recursos a la infraestructura y el desarrollo de los juveniles. Hoy sí se puede vivir dedicado exclusivamente al trabajo en inferiores, sin la necesidad de empalmar otro trabajo para subsistir.
"Mas allá del dinero, que desde luego es una diferencia importante, mucho de lo que quiere el entrenador es ir avanzando en su estatus. El estatus de un entrenador de fuerzas básicas desde luego no se compara al del entrenador de Primera División", afirma el estratega Felino, pues es abismalmente distinto el salario de un consolidado en el Máximo Circuito con un técnico que trabaja en la estructura de un equipo con pocos recursos.
La Federación mexicana puede ser considerada una potencia en las categorías con límite de edad, trazando un plan de trabajo que constantemente lleva a sus plantillas a giras por el extranjero y a participar en distintos torneos internacionales, siempre priorizando el roce internacional y medirse contra los mejores.
Chucho Ramírez y Potro Gutiérrez fueron los dos entrenadores que sí consiguieron alzar el título Sub 17, y pese a continuar tres y cinco años trabajando con selecciones menores, dieron el salto al balompié de clubes. En 2009 Chucho tomó al Club América, y en 2017 Raúl llegó al Atlante, ambos con resultados lejos de lo esperado.
"Como la gran mayoría de los que trabajamos en fuerzas básicas fuimos jugadores, pues tenemos ese perfil que nos invita a aspirar a dirigir en Primera División"; nos dice Raúl Alpízar, explicando los motivos por los que muchos formadores dan el paso a la Liga MX y no se mantienen en las fuerzas básicas.
La Federación Mexicana de Futbol se encuentra ante otra oportunidad, pues luego de desperdiciar las generaciones de 2013 y 2015 (Ningún futbolista ha sido habitual con la Selección mexicana) llega una generación que ilusiona, con prospectos sumamente inteligentes para jugar a la pelota, y lejos de los vicios y malas prácticas que contagia un ambiente tan competido como la Liga MX. Hay que saber pulir a esos diamantes, y proveer de más herramientas y conocimientos a sus infravalorados mentores.
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