+18 | Contenido Comercial | Se aplican Términos y Condiciones | Juega Responsablemente | Principios editoriales
Di Maria Argentina World Cup 2022Getty Images

Qué lugar ocupa Ángel Di María en la historia de la Selección argentina

No existe en la historia de la Selección argentina un caso de resiliencia más grande que el de Ángel Di María, que gracias a su fútbol pero también a su coraje y hambre de gloria logró hacerse un lugar tan grande en la galería de ídolos de la Albiceleste que incluso abre el debate sobre qué lugar ocupa y la posibilidad de subirse al podio, detrás de las glorias intocables.

Porque durante años se discutió, muchas veces de forma estéril, si el primer puesto le pertenecía a Diego Maradona o a Lionel Messi. Porque los fríos números siempre le dieron la derecha a la Pulga, actualmente el jugador con más partidos jugados, más goles y, desde el 18 de diciembre, con su imagen levantando la Copa del Mundo, el título que se le reclamó durante casi dos décadas. Sin embargo, más allá del paso del tiempo, la imagen de Diego como una deidad nunca podrá ser relegada de su posición. La elección fue, es y siempre será generacional e injusta para con quien no sea señalado como "el mejor de todos los tiempos".

Un poco más discutible era la cuestión del tercero en discordia, espacio que debía corresponderle a un representante de los campeones del Mundial de 1978, con Mario Kempes como máxima referencia por sus goles, dos de ellos en la final contra Holanda, aunque siempre acompañado por figuras de la talla de Daniel Passarella y Ubaldo Fillol. Y más atrás aún, los goles de Gabriel Batistuta, dos veces campeón de América aunque con la espina mundialista, lo acomodan en un lugar de ese olimpo.

POR QUÉ ÁNGEL DI MARÍA

Angel Di Maria Argentina Francia Qatar 2022Getty

Angelito, el Fideo, el de los goles decisivos. El del toque sutil ante Nigeria en los Juegos Olímpicos 2008, el que se la picó a Ederson en pleno Maracaná en la final de la Copa América, el que repitió contra Donnarumma en la Finalissima, el que definió el contragolpe de la historia contra Francia en Lusail. Pero estos últimos tres tantos forman parte del arco de redención de una historia que, hasta el 2021, era al menos agridulce.

Porque si el repaso se olvida, por ejemplo, de aquel desahogo ante Suiza, es por lo que vino después en el Mundial de Brasil: el pique y desgarro contra Bélgica, que provocó la nunca aclarada ausencia en la final ante Alemania, con la historia del pedido de Real Madrid para que no juegue, un supuesto seguro y la charla con Sabella en la noche previa. Como si fuera poco, otra lesión muscular lo sacó de la final de la Copa América 2015 ante Chile y no pudo gravitar contra el mismo rival un año después en la Copa América Centenario.

Tampoco se recuerda su golazo a Francia en los octavos de final del Mundial 2018 por el desenlace de aquel partido, que parecía marcar el final de su ciclo. Y cuando volvió para jugar la Copa América 2019, citado por primera vez por Lionel Scaloni, la chance de revertir la historia parecía quedar todavía más lejos.

Pero rendirse no está en el diccionario del rosarino. Con la camiseta del PSG completó una fantástica temporada 2019-20 pese a la pandemia y pidió abiertamente una nueva oportunidad, que llegó para jugar las Eliminatorias contra Paraguay y Perú, en octubre del 2020. Y llegó la Copa América 2021, en la que aceptó ser recambio, pero se metió en el once de la final y, a partir de ahí, la historia es por todos conocida.

Hoy Di María es el cuarto jugador con más partidos con la Albiceleste, a solamente siete de Javier Zanetti y 11 de Javier Mascherano. También es el séptimo goleador histórico con 29, tres menos que Gonzalo Higuaín y cinco menos que Maradona. Ganó Mundial Sub 20, Juegos Olímpicos, Copa América, Finalissima y Copa del Mundo, idéntico palmarés que Messi, aunque con la particularidad de haber convertido en todas las finales excepto la de Canadá 2007 para menores de 20 años.

Pero su historia y trascendencia no se resume a números, sino que sus pequeñas historias son las que lo hacen grande. Su función más reciente fue deslumbrante. Sin Leo, llevó la cinta de capitán contra Bolivia, se anotó dos asistencias y jugó en la altura como si no hubiera ya superado los 35 años. Y si la consideración es que todavía no está listo para el podio histórico de la Albiceleste, tiene al menos un año más para asegurarse ese lugar que, de mínima, empezó a merecer.

Anuncios

ENJOYED THIS STORY?

Add GOAL.com as a preferred source on Google to see more of our reporting

0