A tres años y medio de su llegada a River, por la que pagaron 14 millones de dólares a Sao Paulo para transformarse en la compra más cara de la historia del club de Núñez, Lucas Pratto dijo adiós de forma definitiva el pasado 19 de julio después de firmar la rescisión de contrato a cambio de una deuda. Mientras sigue recuperándose de una grave lesión en el tobillo sufrida cuando intentaba recuperar algo de su fuego sagrado en Feyenoord, al que se había ido a fines del 2020 en busca de la continuidad perdida en el Millonario y terminó de la peor forma -con una fractura de peroné y rotura de ligamentos del tobillo en el mes de mayo-, el Oso ya definió dónde continuará su carrera.
Poco más de un mes después de su desvinculación de River, el delantero de 33 años fue anunciado como refuerzo de Vélez, club donde jugó entre 2012 y 2014 y con el que levantó tres títulos locales. El Oso publicó un tweet muy divertido para comunicar su vuelta.
A comienzos del 2020, el propio Pratto había reconocido sus ganas de volver en algún momento a Liniers. "El club y la gente se merecen que yo aunque sea un año vuelva a Vélez y ojalá se pueda dar. Es muy difícil decir 'Voy a volver a Vélez'. Me gustaría seguir acá en River hasta que me echen, como lo dije siempre, y después el día de mañana, para terminar, jugar uno o dos años en Vélez", explicaba el Oso, en declaraciones a Perfil Bulos.
Luego de llegar a un acuerdo con la dirigencia del Fortín, firmó su contrato hasta diciembre de 2023 y cumplió así su deseo de ponerse nuevamente la camiseta velezana, con la que además de ganar tres títulos (Torneo Inicial 2012, Campeonato de Primera División 2012/13 y Supercopa Argentina 2013), gritó 43 goles en 128 partidos disputados.
