OPINIÓN
La lesión sufrida por Neymar en febrero junto a la temprana eliminación en octavos de la Champions League del PSG restaron muchas opciones de Neymar de ganar puntos para ser uno de los tres candidatos al Balón de Oro. Ni siquiera los títulos domésticos conseguidos por los parisinos se podían comparar a la 'orejona' del Real Madrid de Ronaldo, al doblete del Barcelona de Messi e incluso a la meritoria Europa League del Atlético. Pero Neymar tenía un as en la manga. Una carta por jugar en el Mundial con Brasil. La perenne favorita que ha vuelto a marchitar.
Neymar en los MundialesLas eliminaciones prematuras de la Portugal de Cristiano y la Argentina de Messi parecían sonreír a los intereses individuales del '10' de la selección brasileña, quien podía recuperar el terreno perdido con una portentosa actuación en Rusia 2018. Algo que no ocurrió.
La derrota de la 'Canarinha' ante Bélgica en los cuartos de final no solo ha alejado a Neymar de ser uno de los futuros elegidos al galardón, sino que ahora aumenta el número de competidores, con Hazard, Lukaku y De Bruyne comandando a Bélgica, la Francia de Griezmann en ebullición -además el rojiblanco cuenta con la Europa League- y la dupla croata formada por el merengue Modric y el barcelonista Rakitic tomando ventaja en esta carrera de fondo en la que Inglaterra todavía tiene algo que decir.
Y es que si por algo se caracteriza este Mundial es que están cambiando las tornas y se están rompiendo las quinielas. Una sorprendente Copa del Mundo que no se cansa de destronar antiguos reyes para buscar nuevos príncipes que puedan colcarse la corona por primera vez y ya de paso bañarse en oro.